SANTIAGO.- Este viernes, Estados Unidos imputó a 12 agentes de la inteligencia rusa el hackeo de la campaña presidencial de la candidata demócrata Hillary Clinton en los comicios de 2016, cuando compitió con el actual Mandatario Donald Trump.
Ante esto surgió la pregunta: ¿cómo los involucrados lograron infiltrar al equipo de Clinton para acceder a algunas de sus comunicaciones? El fiscal a cargo de la trama rusa, Robert Mueller, dio a conocer un texto en el que se muestra cómo operaron los agentes del Departamento Central de Inteligencia rusa (GRU). En ese documento se concluye que querían ayudar a Trump a ganar la elección, pero no tienen pruebas concretas que conecten el operativo de espionaje con los los resultados finales de los comicios.
Un correo detonó la trama rusa
En marzo de 2016, uno de los agentes rusos, Aleksey Lukashev, envió un e-mail al jefe de la campaña de Clinton, John Podesta. En esa acción, el ruso utilizó una cuenta falsa para mandar el correo y modificó la apariencia del mensaje para que se viera como un e-mail de seguridad de Google para cuentas de Gmail.
Éste promovía que el destinatario apretara un enlace que aparecía en el correo para cambiar la contraseña de la cuenta, lo que Podesta terminó haciendo.
Wikileaks se involucra
Gracias a ese clic, los agentes se pudieron infiltrar y robar 50 mil correos, los que contenían información comprometedora de la demócrata.
Después de hackear la campaña de Clinton, hicieron lo mismo con cuentas del Comité Nacional Demócrata. Ahí, el GRU se infiltró en 33 computadores sin que los propietarios se dieran cuenta que la información que tenían se estaba enviando a un servidor de los rusos: En ese operativo, robaron datos de Trump, de las primarias demócratas y planes de las elecciones.
Ya con la información robada, ésta fue filtrada por Wikileaks, después de que el colectivo fundado por Julian Assange los contactara en junio de ese año, apelando a que tendría "un impacto mucho mayor" si le enviaban a ellos la información para que la difundieran.
Varios de estos correos fueron subidos días antes de la elección de noviembre de 2016, la que muchos daban como ganada por Hillary Clinton. Debido a esto, los servicios de inteligencia estadounidenses concluyen que Rusia quería ayudar a Trump a llegar a la Casa Blanca.