MADRID.- El Gobierno español admite problemas con la familia de Francisco Franco por la decisión de exhumar los restos del dictador de su actual emplazamiento y duda de poder llevar a cabo la exhumación este mes de julio, como tenía previsto inicialmente.
El director general de Memoria Histórica, Fernando Martínez, reconoció hoy la existencia de discrepancias con la familia de Franco, cuyos restos el Ejecutivo desea sacar del Valle de los Caídos, en la periferia de Madrid.
Martínez explicó hoy a un grupo de periodistas que "en este momento lo único que se está haciendo es un estudio jurídico a fondo" y que, "en el momento en que se tengan despejadas ya todas las cuestiones jurídicas, se avanzará".
El pasado 17 de junio, la dirección del gobernante PSOE (socialistas) apostó por la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos y, días después, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, apuntó que podría tener lugar este mes de julio.
Fuentes socialistas ya reconocen que ese plazo temporal podría prolongarse, dada la complejidad de la medida.
Para el Gobierno, lo importante es que "se haga correctamente", para lo cuál "todas las posibilidades jurídicas que haya se están trabajando, para tener encima de la mesa todas las opciones", según Martínez.
A su muerte en 1975 y después de gobernar España desde 1939, Franco fue enterrado en el Valle de los Caídos, un monumento que él mismo encargo y dirigió y cuyo uso también es polémico, porque alberga restos de miles de combatientes en la Guerra Civil (1936-39).
Sobre este mismo asunto, la vocera del Gobierno, Isabel Celaá, confirmó la intención de exhumar los restos del dictador, pero no precisó si tendrá lugar en julio, aunque subrayó que hay que hacerlo "con todas las garantías".
Según Celaá, hay conversaciones con la familia Franco, pero "ese no es el matiz más complejo", pues el problema reside en hallar la fórmula jurídica más conveniente.
