PARÍS.- El Presidente francés,
Emmanuel Macron, considera que
Alexandre Benalla, responsable de seguridad en el Elíseo, tuvo un comportamiento "totalmente escandaloso" e "inaceptable" contra unos manifestantes el 1 de mayo pasado.
El secretario de Estado de Relaciones con el Parlamento, Christophe Castaner, explicó hoy la posición de Macron sobre este escándalo que le salpica directamente e insistió en que el jefe del Estado quiere que haya "sanciones".
En una entrevista al canal BFMTV, Castaner se defendió hoy del principal reproche que se hace al Presidente, la tardanza en actuar contra Benalla pese a que el Elíseo supo desde el principio que había intervenido violentamente contra unos manifestantes con casco y brazalete de policía pese a que no lo es.
Afirmó que "desde que se conocieron los hechos, el Presidente de la República puso en marcha el viernes (pasado) un procedimiento de despido" de Benalla.
"No hubo voluntad de dar largas y de dejar pasar el tiempo", respondió a las repetidas preguntas de por qué no se actuó con el despido de ese responsable de seguridad hasta el viernes, es decir sólo una vez que lo había revelado la prensa, cuando los hechos se conocían en el Elíseo desde comienzos de mayo.
El responsable de Relaciones con el Parlamento admitió que hubo fallos en la administración de la Presidencia, y por eso el propio Presidente ha decidido su reorganización.
Castaner explicó que Macron "quiere una visión global" de los hechos para llevar a cabo esa reorganización de forma que "el sistema sea lo más infalible posible", y después se pronunciará públicamente sobre este escándalo, que le está salpicando de lleno.
Hasta ahora, el jefe del Estado no ha querido hablar directamente de este asunto que tiene una dimensión judicial, una parlamentaria y una administrativa, como recordó el portavoz del Gobierno, Benjamin Griveaux, en otra entrevista a la emisora "RTL".
"Por tanto, hay un buen funcionamiento de las instituciones", aseguró Grivaux, que ayer participó en una reunión de crisis con Macron y con otros miembros de su Ejecutivo para abordar este asunto.
El jefe del Estado -contó el portavoz- estaba "tranquilo y extremadamente determinado para que se pueda establecer la verdad".
El ministro de Interior, Gérard Collomb, comparece hoy ante la comisión de investigación creada y también lo hará el prefecto de Policía.
Benalla y otras cuatro personas (un responsable de la seguridad del partido de Macron y tres policías) fueron imputados anoche y quedaron en libertad bajo control judicial.