ATENAS.- El enorme impacto humano y material de los incendios en las afueras de Atenas, en Grecia, no es ninguna sorpresa para los expertos: Casas construidas rodeadas de pinos, ausencia de planes de evacuación, carencia de planificación urbana y años de austeridad explicarían el balance de al menos 79 muertos que ha dejado la catástrofe hasta ahora.
Para el ingeniero forestal Nikos Bokaris, la localidad de Mati, la más dañada por los siniestros, era un lugar propicio para los incendios al reunir bosques de pinos y numerosos residentes en una zona urbanizada sin control a los pies de montañas boscosas.
Esta vez los habitantes de Mati no tuvieron la misma suerte que en otros veranos, en los que no sufrieron grandes incendios, habituales en durante el verano griego.
"Los pinos eran viejos, muy altos y grandes,
eran el combustible necesario para que las llamas crecieran y se desplazaran con rapidez, desatando una enorme carga térmica", explica Bokaris.
El fuego se desató a causa de vientos extremos, con ráfagas de hasta 100 km/h. Según Kostis Kalambokidis, geógrafo y experto en catástrofes naturales, "sabemos muy bien que el cambio climático favorece cada vez más situaciones climáticas extremas", por lo que considera que esta es una razón de peso para mejorar la gestión del riesgo en la zona.
Falta de prevención y planificación
¿Qué faltó en Grecia? ¿Qué hubiera podido salvar más vidas? "La prevención. Estamos cansados de decirlo, repetirlo y que nada cambie", lamenta Christina Théohari, doctora en ciencias ambientales. Según la experta, la insuficiente sensibilización y la poca formación de los habitantes en la prevención también favorecieron el gran impacto de estos incendios.
"La disposición de las calles atrapó a los habitantes en callejones sin salida y por eso hubo víctimas falates"
Efthymios Lekkas, académico Universidad de Atenas
Lo fundamental hubiera sido la existencia de un
plan de evacuación, especialmente necesario al tratarse de una zona con carreteras estrechas y en mal estado.
Para el profesor de Geologia aplicada a la Universidad de Atenas, Efthymios Lekkas, la gran culpable de las muertes en Mati es la ausencia completa de un plan urbanístico. "Las calles no tienen acceso al mar, tampoco hay calles perpendiculares que facilitarían la huida de la gente", destacó Lekkas."Esta disposición de las calles atrapó a los habitantes en callejones sin salida y por eso hubo víctimas falates".
Varios de los ciudadanos quedaron sin vías de escape, así como otras personas fallecieron al huir hacia acantilados en lugar de la playa. Fue el caso de 26 personas cuyos cadáveres calcinados fueron hallados en Mati.
A ello se suma que los corta fuegos están fuera de servicio, los jardines y patios llenos de hierbas secas, y los árboles suelen cubrir los techos de las casas.
Efectos de las crisis
Las irregularidades fueron numerosas. Muchas de ellas permitidas por una administración debilitada tras ochos años de austeridad.
Como lo demostraron los grandes incendios de 2007, en los que fallecieron al menos 77 personas en el Peloponeso y la isla de Eubea, "el fuego no esperó a la crisis para quemar, pero la falta de recursos financieros de la administración pública no arregla nada", afirma Bokaris.
Según datos oficiales del Ejecutivo griego, el presupuesto del servicio de bomberos se redujo de 452 millones de euros (528 millones de dólares) en 2009 hasta 354 millones (414 millones de dólares) el año pasado.
Una reacción tardía que no funcionó
A todo lo anterior, el profesor universitario, Kostas Synolaki, añade una mala evaluación de la reacción de las autoridades y servicios de emergencia en la zona a la hora de enfrentar los fatales siniestros.
El especialista en catástrofes naturales afirma que "la alerta tendría que haberse producido en el mismo momento en que empezó el incendio, para que desplazaran el mayor número de bomberos y la evacuación empezara a tiempo". Asimismo, cuestiona la planificación operacional que ignoró "todo lo que permite la tecnología moderna". En concreto, los programas informáticos que permiten anticipar la propagación del fuego.
"Sabían desde el domingo que el lunes habría alto riesgo de incendios en la región de Ática. Debían haber traído refuerzos"
Adrianós Gurbatsis, teniente general retirado de los Bomberos griego
El teniente general retirado de los bomberos,
Adrianós Gurbatsis, por su parte, consideró que la dirección del cuerpo tardó en reaccionar. "Sabían desde el domingo que el lunes habría alto riesgo de incendios en la región de Ática.
Debían haber traído refuerzos desde Grecia del norte, donde el lunes se esperaban lluvias", declaró al portal informativo naftemboriki.gr.
El ingeniero Bokaris fue enfático en su evaluación: "Finalmente, no sé quien ha hecho lo que debía o no, pero de lo que estoy seguro es que visto el resultado, esto no no funcionó", sentenció.