BRASILIA.- El Gobierno de Brasil convocó el martes a la embajadora de Nicaragua en el país, Lorena Martínez, para dar explicaciones sobre la muerte de una estudiante brasileña víctima de disparos de supuestos paramilitares en Managua, ocurrida la noche del lunes.
El canciller brasileño, Aloysio Nunes, llamó además a consultas al embajador de Brasil en Nicaragua, Luís Cláudio Villafañe, para explicar también la muerte de una brasileña, de 31 años, según señalaron a Efe fuentes de la Cancillería.
"Es una demostración de insatisfacción con lo que pasó", indicaron las citadas fuentes.
Martínez fue recibida la tarde del martes por el subsecretario para América Latina y el Caribe de la Cancillería brasileña, Paulo Estivallet, para ofrecer declaraciones por la muerte de la estudiante.
Por su parte, Villafañe está viajando de regreso a Brasil y una vez se reúna con las autoridades brasileñas volverá a Managua para continuar con su trabajo.
Previamente a la convocatoria de los dos diplomáticos, el Gobierno brasileño ya había expresado en una nota oficial su "profunda indignación" con el suceso y pidió a las autoridades de la nación centroamericana "identificar y castigar" a los responsables de la muerte.
Versiones encontradas
La Universidad Americana (UAM), en Managua, donde la joven estudiaba sexto año de la carrera de Medicina, informó que ella fue víctima de disparos de "grupos paramilitares".
Sin embargo, la vicepresidenta y primera dama de Nicaragua,
Rosario Murillo, explicó en medios oficiales que la brasileña se desplazaba sola en su vehículo cerca de la medianoche cuando
un vigilante privado hizo disparos con arma de fuego y "uno de estos disparos le impactó, le ocasionó heridas y fue trasladada al hospital militar Alejandro Dávila Bolaños, donde falleció".
Esto fue reafirmado por la Policía Nacional, que anunció que el "guardia de vigilancia privada está siendo investigado para el esclarecimiento del hecho".
La muerte de la joven se produce en medio de una crisis sociopolítica por las manifestaciones contra el presidente Daniel Ortega, cuya represión ha dejado entre 277 y 351 muertos, según organizaciones humanitarias locales e internacionales.
Brasil reiteró en el comunicado su repudio al "aumento de la represión, el uso desproporcionado y letal de la fuerza y el empleo de grupos paramilitares en operaciones coordinadas por los equipos de seguridad".
"El Gobierno brasileño vuelve a instar al Gobierno de Nicaragua a garantizar el ejercicio de los derechos individuales y de las libertades públicas", resaltó la Cancillería.
Nicaragua está sumergida en la crisis más sangrienta de su historia en tiempos de paz y la más fuerte desde la década de los años 1980, también con Daniel Ortega como Presidente.
Las manifestaciones contra Ortega se iniciaron en abril pasado y tuvieron como detonante unas fallidas reformas de la Seguridad Social para derivar después en una exigencia de la renuncia del Mandatario después de once años en el poder.