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Legislativas en Pakistán: Partido de ex campeón de críquet celebra su victoria en medio del caos electoral

La coalición opositora liderada por Imran Khan sería la más votada. Sin embargo, a 17 horas del cierre de mesas solo se había contabilizado la mitad de los sufragios. Una tardanza que generó denuncias de fraude en el oficialismo.

26 de Julio de 2018 | 08:48 | AFP
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Seguidores de la ex extrella de críquet y líder del partido Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI), Imran Khan, celebran su supuesta victoria en los comicios.

Reuters
ISLAMABAD.- En Pakistán reinaba el caos este jueves luego de que el partido del gobierno saliente denunció "fraudes flagrantes", y llamó a rechazar los resultados parciales que sugieren la victoria del ex campeón de críquet Imran Khan en las elecciones legislativas del miércoles.

Este jueves, pese a que el recuento de votos llevaba un enorme retraso, los seguidores de Khan salieron a las calles para celebrar la victoria. Según medios locales, unas 17 horas después de que terminara la votación, se habían escrutado menos de la mitad de los votos. Una situación sin precedentes que alimenta el temor sobre la legitimidad del ejercicio.

Las proyecciones de todas las televisiones daban como ganador de las elecciones legislativas al Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI), el partido de la ex estrella del críquet Imran Khan, con 100 escaños como mínimo. Para formar gobierno se necesita una mayoría de 137 diputados.

137 escaños necesitan obtener los partidos para contar con la mayoría absoluta
La Comisión Electoral Paquistaní (ECP) responsabilizó de la lentitud a problemas técnicos relacionados con el uso de un nuevo sistema electoral. "Estas elecciones no están arregladas (...) Son justas y transparentes en un 100%", afirmó su director, Sardar Muhammad Raza, en una conferencia de prensa, la tercera de la ECP en esta surrealista noche electoral.

Raza no dijo cuándo las autoridades podrán anunciar resultados. Algunos medios sugirieron que no sería hasta el jueves por la noche.

"Irregularidades claras y masivas"

El miércoles por la noche, la Liga Musulmana de Pakistán-Nawaz (PML-N), en el poder los últimos cinco años, anunció que rechazaba "íntegramente los resultados (...) a causa de irregularidades claras y masivas" y denunció que se hicieron conteos "sin la presencia de nuestros agentes electorales".

Su dirigente, Shahbaz Sharif, hermano del ex primer ministro Nawaz Sharif, actualmente encarcelado por corrupción, había denunciado en una rueda de prensa unos "fraudes tan flagrantes que todo el mundo se puso a llorar". Después advirtió en Twitter que unos "resultados basados en un arreglo masivo provocarán daños irreparables al país".

El líder del Partido Popular Paquistaní (PPP, en el poder entre 2008 y 2013), Bilawal Bhutto-Zardari se sumó a este argumento, calificando el desarrollo de los comicios de "imperdonable y escandaloso". "Mis candidatos se quejan de que nuestros agentes electorales fueron expulsados de los centros de votación de todo el país", tuiteó el hijo de la ex primera ministra Benazir Bhutto, asesinada en 2007.

La importancia de la ventaja de Khan frente al otrora todopoderoso PML-N, cuando los analistas adelantaban que probablemente se necesitaría forjar una coalición, alimentaron la inquietud por el proceso, indicaron analistas. "El elevado resultado del PTI, incluso antes de que finalice el escrutinio, será suficiente para encender sospechas en el PPP y el PML-N", dijo Michael Kugelman, analista del Wilson Center in Washington.

Ni Imran Khan ni los militares, bajo sospecha de haberlo apoyado con todo tipo de maniobras en los últimos meses, comentaron la situación por el momento.

La controversia llega tras una campaña que algunos observadores calificaban como una de las "más sucias" en la historia del país, debido a las acusaciones de manipulaciones, y también estuvo marcada por la creciente visibilidad de los partidos religiosos extremistas.

"Caos absoluto"

"Es el caos absoluto", comentó la analista política Azeema Cheema, quien dijo estar "muy preocupada" por el giro que puedan tomar los acontecimientos. "Dependerá de cómo se organice la desobediencia civil. Podría haber motines espontáneos entre los militantes políticos", dijo.

"Poco importa cómo se gestione, el clima postelectoral inmediato será bastante tenso", consideró por su parte Michael Kugelman, que no ve "ninguna forma de evitar un periodo de tormenta".

Las elecciones del miércoles, celebradas bajo fuertes medidas de seguridad, constituían una inusual transición democrática entre dos gobiernos civiles, en este joven país con un pasado marcado por los golpes de Estado militares. Pakistán, una potencia nuclear, estuvo dirigido por las Fuerzas Armadas casi la mitad de sus 71 años de historia.

Simpatizantes del PTI celebraron durante buena parte de la noche la esperada victoria de su campeón. "Motiva a la juventud", dijo Fahad Hussain, de 21 años, que votaba por primera vez.

Imran Khan, conocido en Occidente como un mujeriego, es más bien un devoto en Pakistán, donde hizo de la lucha contra la corrupción su caballo de batalla electoral. Durante la campaña, sus detractores denunciaron que se vio beneficiado con un "golpe de Estado solapado" de los generales.

El gran despliegue militar para garantizar la seguridad no impidió que se produjeran varios ataques contra colegios electorales. El más importante fue un atentado suicida reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI), que provocó al menos 31 muertos y 70 heridos en la provincia de Baluchistán (sudoeste).
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