MIAMI.- El Gobierno de Estados Unidos se apresura para reunir, antes del vencimiento del plazo este jueves, a las familias inmigrantes que fueron separadas al cruzar la frontera con México, pero cientos de casos no son "elegibles" para la reunificación y numerosos padres podrían haber sido deportados.
Las polémicas separaciones familiares comenzaron en mayo bajo la política de "cero tolerancia" del Presidente Donald Trump, que provocó la detención masiva de los inmigrantes que entraban al país por la frontera sur, ilegalmente o pidiendo asilo. Esto a su vez causó que miles de niños fuera separados de sus padres o tutores y enviados a refugios en todo el país.
Semanas después, el 20 de junio, el Mandatario republicano se retractó -algo inusual en él- y
ordenó poner fin a las separaciones familiares, pero las reunificaciones desde entonces han ocurrido a cuentagotas. Padres e hijos estaban a miles de kilómetros de distancia y muchos adultos ya habían sido deportados sin sus niños.
Entonces un juez federal en California, Dana Sabraw, exigió que se resolviera este drama rápidamente y ordenó que todas las familias "elegibles" fueran reunidas antes de este jueves 26.
Así, el Gobierno identificó a 2.551 niños de 5 a 17 años que pueden acogerse a la orden del juez Sabraw. También detalló que para el jueves espera reunir a las 1.634 familias que estima "elegibles".
Los otros 917 cayeron bajo la categoría de "inelegibles", según un informe judicial del Gobierno divulgado el lunes. Esto significa que los vínculos familiares no han podido ser confirmados, o que los padres tienen antecedentes criminales, padecen una enfermedad contagiosa o bien no han sido localizados.
De ellos, 463 padres podrían estar fuera del país, algunos probablemente deportados sin sus hijos.
"Los otros 917 casos, incluyendo los 463 que pueden no estar en Estados Unidos, no serán reunidos antes del plazo", dijo Adam Isacson, de la ONG Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA), a la AFP. "Le tocará al juez Sabraw decidir si aprueba esto o no".
Ubicar a estos padres en México o Centroamérica será un trabajo largo y arduo, advirtió Isacson.
"Hay por delante una tarea monumental. Primero necesitan una lista de los nombres de los padres deportados, que ICE aparentemente no tenía el martes. Luego, hay que localizar de alguna manera a personas que fueron desembarcadas en aeropuertos centroamericanos sin expectativas de volverlas a ver", explicó.
"Falta de transparencia" del Gobierno
El juez Sabraw ordenó el martes al Gobierno que entregue, antes del viernes, detalles sobre los 463 padres posiblemente deportados sin sus hijos.
"La falta de transparencia de la administración de Trump se está acercando a un bloqueo", denunció Lee Gelernt, abogado de la mayor organización de derechos humanos del país, ACLU, que entabló la demanda contra el Ejecutivo para exigir la reunificación familiar.
"No olvidemos que la aseveración del Gobierno de que cumplirá el plazo de reunificación está basada en el hecho de que está excluyendo a los padres que no puede localizar", dijo en un comunicado.
Hace un mes, Sabraw emplazó a la Casa Blanca a reunir con sus familiares a los niños menores de cinco años antes del 10 de julio; y a los que tienen entre 5 y 17 años antes del 26 de julio.
El primer plazo se cumplió sin que el Gobierno pudiera entregar a todos los niños menores de cinco años: 45 de ellos fueron considerados "inelegibles". Ahora, con el segundo plazo en ciernes, los activistas dudan que el Ejecutivo pueda cumplir.
"El tribunal puede acusar al Gobierno de desacato (...), o puede creer en su aseveración de que está trabajando rápidamente y de buena fe, y darle más tiempo para reunir a las familias", estimó el Stephen Yale-Loehr, profesor de derecho migratorio de la Universidad Cornell en Nueva York.