SANTIAGO.- Solo queda un día para que el Senado argentino decida si aprobará o rechazará la legalización del aborto libre. Una votación que se anticipa reñida, pero que según los pronósticos y conteos preliminares, terminaría por favorecer a quienes se oponen a la medida.
Los senadores debatirán el texto que se aprobó el pasado 14 de junio en la Cámara de Diputados con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención, en una sesión maratónica de casi 24 horas en la que las posiciones fueron individuales y no siguieron línea partidista. Pero en esta ocasión, se estima que de un total de 72 senadores, 37 votarán en contra, 31 a favor y 2 permanecen indecisos.
Se trata de la primera vez que en Argentina, país del Papa Francisco y de fuerte influencia católica, se discute un proyecto de ley que permitiría el aborto gratuito y libre hasta la semana 14 de gestación. Y según consigna el diario trasandino Clarín, esta
inclinación de la balanza de la votación la estarían dando los legisladores de las regiones del norte del país, las más conservadoras de la nación latinoamericana.
La influencia de la región
Según un mapa realizado por el mismo diario argentino, provincias como Jujuy, Salta, Santiago del Estero y la Rioja son las que más suman votos en rechazo a la iniciativa. En ellas, el total de los legisladores (12) que las representan han adelantado que no respaldarán el proyecto este miércoles.
Todas estas provincias pertenecen a la zona Norte del país trasandino, donde muchas de las regiones registran los mayores índices de pobreza de la nación y son también aquellas donde el peso de la Iglesia Católica y su prédica anti aborto tiene mayor influencia.
Según una encuesta del Observatorio de la Deuda Social Argentina, producida por la Pontificia Universidad Católica Argentina en 2011, el sector Norte tiende a ser, tradicionalmente, el más católico: un 89,9% de la población de la región Noroeste (NOA) declaró serlo y un 78,6% del Noreste (NEA) también. Por el contrario, en la Patagonia (Sur) la cifra alcanzó un 67% y en el Área Metropolitana de Buenos Aires un 72%.
Este panorama se ve evidenciado en los sondeos que se han realizado en los últimos meses en varias de estas regiones y a los que los legisladores se muestran especialmente sensibles. Estas
mediciones indican que la opinión pública se inclina por el rechazo de la interrupción voluntaria del embarazo.
Según un estudio publicado en marzo pasado por el Programa de Análisis Social de la Ciudadanía Audiovisual Latinoamericana (PASCAL) de la Universidad Nacional de San Martín, el 48,5% de los encuestados en la región NOA afirmó oponerse a la legislación del aborto y un 41,3% aseguró estar a favor (incluyendo también la opción "apruebo, con algunas limitaciones"). Algo similar ocurrió en la región de NEA, donde el rechazo alcanzó un 54% y la aprobación solo un 40%.
Por el contrario, en la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires (se toma cada una como una región en sí, puesto que así se representan en el Senado), el 59,5% y el 67,5 % dijeron estar a favor, respectivamente. No obstante, en la capital dos de los tres senadores afirmaron que votarán por el rechazo al aborto.
El cálculo que esta vez favorece al rechazo
Por ello es que, durante la votación del proyecto sobre el aborto que se realizó en la Cámara baja en junio, a nadie le extrañó la notable diferencia entre la mirada conservadora que demostraron los diputados del interior frente a la postura más progresista que predominó en los mayores centros urbanos del país.
En aquella ocasión, más de la mitad de las provincias – representadas por sus legisladores – votaron en contra de la interrupción voluntaria del embarazo. Según consigna el diario argentino La Nación, solo hubo nueve distritos de los 24 que se manifestaron mayoritariamente en respaldo a la iniciativa. Y en el norte, el rechazo fue aún más marcado. Salta fue uno de los más duros: sus siete votos fueron a parar a la opción negativa; mientras que en Santiago del Estero fueron 6 para el no y solo uno para el sí.
Entonces, ¿por qué se aprobó el primer paso de la legalización del aborto? El
peso que tuvieron la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal, las dos con la mayor cantidad de habitantes del país, fue clave para inclinar la balanza. La iniciativa sumó 65 votos positivos solo en esas dos regiones.
Sin embargo, en el Senado el sistema es diferente. Al contrario de lo que ocurre en la Cámara de Diputados, donde la cantidad de legisladores se basa en el número de habitantes del distrito, en la Cámara Alta todas las provincias tienen un peso homogéneo y una representación equitativa. Todos cuentan con tres legisladores, es decir, tres votos.
A las cuatro provincias norteñas que por unanimidad votarán por el rechazo, se suma San Juan. Tal como lo hicieron sus seis diputados, los tres senadores votarán por la negativa. En Formosa, Misiones y Corrientes – todas de la región NEA – dos legisladores optarán por el rechazo y solo uno por el respaldo.
En el centro y sur del país el panorama está más dividido. Solo en dos provincias (Córdoba y Chubut) los tres votos van al bando del pañuelo verde y en siete se pronostican que dos legisladores optarán por dicho color y que al menos uno lo hará por el celeste.
Si se aprueba, Argentina se convertirá en el tercer país de América Latina que permite la interrupción voluntaria del embarazo, después de Cuba y Uruguay. Si el proyecto es rechazado, no podrá presentarse nuevamente hasta dentro de un año, cuando deberá comenzar desde cero.
