BUCAREST.- Unas 440 personas resultaron con heridas de diversa gravedad tras una multitudinaria manifestación contra el gobierno rumano en la ciudad de Bucarest, según informaron los servicios de urgencia de la ciudad.
Del total de lesionados, dentro de ellos 24 agentes de la policía local, 65 debieron ser hospitalizados.
Durante la protesta, decenas de personas intentaron romper el cordón de uniformados que protegía la sede del Gobierno, provocando que las fuerzas del orden intervinieran lanzando gases lacrimógenos. Así tambié, usaron cañones de agua y garrotes contra los manifestantes.
Ante la situación, el propio presidente del país, Klaus Iohannis, criticó la "brutal manera de proceder" de la policía.
El Mandatario exigió una explicación sobre la situación a la ministra del Interior, Carmen Dan, la cual además calificó como "desproporcionada".
En una rueda de prensa, las autoridades policiales insistieron que la actuación estuvo justificada, que se trató de "violencia legítima del Estado" y que los agentes intervinieron cuando fueron atacados.
Los manifestantes reclamaban la dimisión de la primera ministra socialdemócrata, Viorica Dancila, y del presidente del Parlamento, Liviu Dragnea, quien es el líder del Partido Socialdemócrata en el país europeo y verdadero hombre fuerte en el país europeo, pero que no puede ser investido primer ministro por una condena en 2016 por fraude electoral.
El Gobierno de coalición, liderado por los socialdemócratas, ha tomado en los últimos años varias polémicas, que sus críticos dicen dificultan la lucha contra la corrupción, y que han provocado distintas oleadas de protestas populares.
De hecho, el Parlamento aprobó el pasado julio despenalizar parcialmente el abuso de poder, un cambio legal que puede beneficiar también a Dragnea, que un mes antes había sido condenado a tres años y medio de prisión justo por ese delito.
