El jefe del Ejército de Myanmar, Min Aung Hlaing, acompaña a la Presidenta Aung San Suu Kyi. El general es sindicado por la ONU como uno de los responsables de la masacre.
EFE
GINEBRA.- Investigadores de la ONU afirmaron este lunes que el Ejército de Myanmar perpetró asesinatos masivos y violaciones grupales de integrantes de la comunidad musulmana rohingya con "intenciones genocidas", por lo que el comandante en jefe y otros cinco generales deberían ser procesados por orquestar los peores crímenes.
En un reporte, los expertos aseguraron que el Gobierno civil liderado por Aung San Suu Kyi permitió el aumento del discurso del odio, destruyó documentos y no protegió a las minorías de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra perpetrados por el Ejército en los estados de Rakhine, Kachin y Shan. Al actuar de esta forma "contribuyeron a la comisión de crímenes atroces", indicó el informe.
Hace un año, tropas gubernamentales lideraron una ofensiva brutal en Rakhine, en respuesta a ataques del
Ejército de Salvación Rohingya de Arakan (ARSA, por sus siglas en inglés) contra 30 puestos policiales de Myanmar y una base militar.
Unos 700.000 rohingya huyeron y la mayoría vive ahora en campamentos de refugiados en la vecina Bangladesh.
El reporte de la ONU indicó que la acción militar, que incluyó la quema de aldeas, fue "extremadamente desproporcionada en relación con las amenazas de seguridad reales".
Naciones Unidas define el genocidio como los actos que buscan destruir a un grupo nacional, étnico, racial o religioso por completo o en parte. Tal designación es inusual bajo la ley internacional, pero ha sido usada en países como Bosnia y Sudán y en la campaña del grupo terrorista Estado Islámico contra las comunidades yazidíes de Irak y Siria.
"Los crímenes en el estado de Rakhine, y la forma en que fueron perpetrados, son similares en naturaleza, gravedad y alcance a los que han permitido el establecimiento de un ánimo genocida en otros contextos", dijo la Misión Independiente Internacional de la ONU en Myanmar.
En el reporte final de 20 páginas, se aseguró que "hay información suficiente para garantizar la investigación y procesamiento de altos cargos de la línea de mando del Tatmadaw (Ejército), para que una corte competente pueda determinar su responsabilidad por el genocidio en relación con la situación en el estado de Rakhine".
El panel de la ONU, liderado por el ex fiscal general indonesio Marzuki Darusman, indicó que el comandante en jefe del Ejército de Myanmar, general Min Aung Hlaing, y otros cinco generales deberían enfrentarse a la justicia.
Entre ellos destaca el general de brigada
Aung Aung, comandante de la 33 División de la Infantería Ligera, que supervisó las operaciones en la localidad costera de Inn Din,
donde fueron asesinados 10 niños y hombres rohingya cautivos.
La matanza fue descubierta por dos periodistas de Reuters -Wa Lone y Kyaw Soe Oo-, que fueron arrestados en diciembre y están siendo juzgados acusados de violar la Ley de Secretos Oficiales del país. El tribunal tenía previsto dar su veredicto el lunes, pero fue aplazado al 3 de septiembre.