BRASILIA.- El Presidente de Brasil,
Michel Temer, autorizó hoy el uso de tropas del Ejército en el estado de Roraima, fronterizo con Venezuela, para garantizar la seguridad ante la llegada de miles de inmigrantes venezolanos en los últimos meses.
Las
Fuerzas Armadas brasileñas ya estaban presentes en Roraima al participar en la "Operación Acogida", de carácter humanitario y que atiende a los venezolanos que huyen de la crisis política, económica y social que vive su país y deciden rehacer sus vidas en Brasil.
El Mandatario firmó hoy, sin embargo, un decreto a través del cual garantiza las condiciones para que el Ejército actúe también en operaciones relacionadas con la seguridad en Roraima, uno de los estados más pobres del país y que se ha visto desbordado por el éxodo de venezolanos, según las autoridades regionales.
Además, anunció su intención de buscar apoyo internacional para enfrentar la crisis en ese país, que "
amenaza la armonía" de América del Sur.
"Vamos a buscar el apoyo de la comunidad internacional para adoptar las medidas diplomáticas que resuelvan ese problema, que ya no es de política interna de un país, pero que avanzó por la frontera de varios países y amenaza la armonía de todo nuestro continente", afirmó Temer en una declaración televisiva desde el palacio presidencial de Planalto
"Desastre humanitario"
El decreto estará vigente desde este miércoles 29 de agosto hasta el próximo 12 de septiembre, según se recoge en el documento firmado por Temer, cuyo mandato expira el 1 de enero de 2019, cuando entregará el poder al vencedor de las elecciones de octubre.
"Autorizo hoy el empleo de las Fuerzas Armadas" para "ofrecer seguridad a los ciudadanos brasileños y a los inmigrantes venezolanos que huyen de ese país en busca de refugio" en Brasil, expresó Temer en un pronunciamiento en Brasilia.
El jefe de Estado dijo que tomó esa decisión para complementar las acciones sociales que promueve el Gobierno central en Roraima ante el "flujo cada más intenso" de inmigrantes de la nación caribeña.
También indicó que con esas medidas intentan "minimizar los impactos del desastre humanitario", "resultado de las pésimas condiciones de vida al que está sometido el pueblo venezolano".
"Es preciso encontrar urgentemente un camino para mudar esa situación. Vamos a analizar todos los esfuerzos en todos los foros internacionales para alterar ese cuadro dramático. Vamos a buscar apoyo en la comunidad internacional para apoyar medidas diplomáticas firmes que solucionen este problema", expresó.
Las autoridades brasileñas estiman que entre 600 y 700 venezolanos entran diariamente al gigante sudamericano, aunque solo el 20-30 % permanece.