Imagen de la Corte de Kuala Lumpur, donde se lleva a cabo el juicio contra los chilenos.
AP
SANTIAGO.- Este lunes, y tras varios aplazamientos, la justicia de
Malasia debería reanudar el juicio oral en contra de los chilenos
Felipe Osiadacz (27) y Fernando Candia (30), detenidos hace más de un año en una cárcel del país asiático por la muerte de una persona ocurrida bajo dudosas circunstancias, hecho por el cual arriesgan incluso la pena de muerte.
Ambos jóvenes se encuentran recluidos desde el 4 de agosto de 2017 en el penal de alta seguridad de Sungai Buloh, en Kuala Lumpur, luego de ser acusados del homicidio de un travesti que ejercía la prostitución, el cual siguió a Candia hasta el lobby del hotel donde se hospedaban los chilenos -aparentemente para pedirles dinero- y murió tras un "forcejeo" con ellos.
Posterior a ello siguió un largo y complejo proceso que aún no acaba y que ha estado
marcado por las interrupciones y la incertidumbre respecto de qué pasará con los detenidos.
En un principio, la justicia fijó para el 24 de mayo el inicio del juicio oral para determinar la responsabilidad de Osiadacz y Candia en el hecho. Sin embargo, la audiencia fue aplazada para el 1 de agosto. Todo esto, mientras crecía la preocupación en Chile respecto de las condiciones en que los dos jóvenes se encontraban en la cárcel.
Del mismo modo, tanto las familias de los detenidos como las autoridades nacionales iniciaban las gestiones con abogados locales para lograr una salida que significara salvarse de la pena capital y volver a Chile lo más pronto posible.
Una vez llegado el 1 de agosto, el proceso se aplazó nuevamente, pero para el día siguiente, luego de que la fiscalía no llegara a la audiencia. Finalmente,
los días 2 y 3 de agosto comparecieron el recepcionista del hotel donde ocurrió el deceso y el policía que recibió el llamado de lo que estaba pasando.
El primero en hablar fue el empleado hotelero, un ciudadano chino identificado como
Lim, el cual según la versión de los chilenos,
reaccionó tardíamente a la insistencia de llamar a la policía mientras mantenían inmovilizada a la víctima, que murió en el lugar media hora después.
En este sentido, la defensa de los imputados quería demostrar que el accionar del recepcionista fue determinante en la muerte por asfixia del malasio, lo que le restaría algún grado de culpabilidad a los chilenos.
Posteriormente, fue el turno del policía identificado como Ghazali, quien respondió las preguntas de la fiscal a cargo del proceso sobre lo captado por las cámaras de seguridad del hotel.
Tras estas dos audiencias, y a petición de la fiscal, la justicia postergó el juicio hasta el 27 de agosto. Se esperaba que, con ello, el proceso terminaría dos días después.
Sin embargo, la fiscalía nuevamente pidió un aplazamiento argumentando que debía dar prioridad a otros casos. Esto fue acogido por el juez, fijando
una nueva audiencia para el lunes 24 de septiembre. Asimismo, puso como plazo fatal el 9 de octubre para que la fiscalía termine su exposición.
Se espera que a mediados de octubre el juez comunique si acepta o no la acusación.