LA PAZ.- El niño boliviano con cáncer al que por supuesto error médico le extirparon los riñones, uno sano y otro con un tumor, fue trasladado hoy en un avión a Brasil para recibir un tratamiento especializado.
El menor, de 3 años y de nombre Sebastián, viajó desde la ciudad boliviana de Santa Cruz a la brasileña de Sao Paulo acompañado de personal médico y familiares, en un vuelo comercial de la estatal Boliviana de Aviación (BoA).
En declaraciones a los medios en el aeropuerto internacional de Santa Cruz, la responsable de la Niñez en el Ministerio de Justicia de Bolivia, Ninoska Durán, aseguró que el niño "está estable".
El menor fue ingresado en el avión mediante un protocolo previsto para este tipo de casos: fue trasladado en ambulancia desde un hospital y no tuvo esperas en el aeropuerto.
El ministerio detalló en un comunicado que Sebastián viajó acompañado de sus padres y de dos médicos especialistas, un nefrólogo y un pediatra, con el equipamiento necesario para actuar en caso de complicaciones.
A su llegada a Sao Paulo está previsto que representantes del consulado boliviano esperen al menor para llevarlo en un ambulancia pagada por el Gobierno de Bolivia al
Instituto de Tratamiento de Cáncer Infantil, según este departamento.
En este centro de referencia en oncología, el niño, que recibe tratamiento de hemodiálisis, será atendido con quimioterapia, ya que padece cáncer de pulmones. Ello, antes de que en un futuro se pueda plantear un trasplante de riñón.
Por su parte, el abogado Abraham Quiroga, que defiende al médico que operó al niño, acudió al aeropuerto cruceño para trasmitir el apoyo del galeno a la familia del menor.
Quiroga declaró que el doctor, identificado como R. Moreno, está preocupado porque el niño reciba los tratamientos necesarios y para que los familiares tengan el apoyo que requieran. El defensor añadió que el médico "está afectado", con un "compromiso de reparación" y en espera de declarar este mismo martes ante autoridades judiciales, en el marco de las diligencias para investigar el caso.
El pasado 5 de septiembre en Santa Cruz, Sebastián fue sometido a una operación para extirparle un riñón afectado por un tumor cancerígeno. Sin embargo, por causas que aún se investigan, se le extirpó su órgano sano en vez del enfermo. Tras la cirugía, el padre del niño advirtió el error, por lo que el Sebastián debió ser operado nuevamente, esta vez para extraer riñón correcto, quedando sin ninguno de los dos órganos.
Una jueza ordenó una semana después el ingreso en prisión de forma preventiva del doctor que le operó, que fue ingresado con custodia policial en un hospital por una dolencia cardíaca.
El caso de Sebastián tuvo una amplia repercusión en medios de distintos países y en Bolivia suscitó tanto la solidaridad con la familia, de escasos recursos, como la indignación con el médico, al conocerse que el éste ya había sido procesado por mala praxis anteriormente.
El doctor fue enjuiciado en 2012 por la muerte de un menor después de que olvidara material quirúrgico dentro de su cuerpo, aunque no fue condenado. No obstante, el médico recibió el apoyo de colectivos sanitarios y familiares de enfermos de cáncer, por su larga trayectoria.
