ROMA.- El
Papa Francisco defendió este martes el controvertido e histórico acuerdo alcanzado la semana pasada con el Gobierno chino y pidió a los católicos de ese país unidad y que sean buenos ciudadanos.
En una extensa carta, el Pontífice argentino llama a la comunidad católica en China a "permanecer unida para superar las divisiones del pasado" y hacer "gestos de reconciliación y comunión". A los obispos y sacerdotes les pide además que superen "las contradicciones del pasado" y "la búsqueda de intereses personales" y que trabajen "por la reconciliación y la unidad".
Los comunistas chinos rompieron relaciones diplomáticas con el Vaticano en 1951 e instauraron su propia Iglesia católica estatal, que no reconoce al Papa como autoridad. Aun así, más de la mitad de los diez millones de católicos chinos son leales al Pontífice, motivo por el que muchos han sido perseguidos.
Uno de los asuntos controvertidos era el nombramiento de obispos. Beijing ha insistido en las últimas décadas en nombrarlos, aunque en realidad es una prerrogativa del Papa. Según el acuerdo alcanzado ahora,
Francisco reconoció a siete obispos nombrados por el Gobierno chino y revocó su excomunión. El líder católico explicó que en el futuro los obispos chinos serán elegidos por el Vaticano después de un diálogo con las autoridades del país asiático.
En su carta, el Pontífice reconoce que a algunos católicos chinos fieles al Vaticano no les gusta tener que reconciliarse con unas autoridades que los han perseguido y obligado a ejercer su fe en la clandestinidad.
"En algunos, surgen dudas y perplejidad; otros tienen la sensación de que han sido abandonados por la Santa Sede y, al mismo tiempo, se preguntan inquietos sobre el valor del sufrimiento vivido en fidelidad al Sucesor de Pedro", señala Francisco.
El Papa también pide a los católicos chinos que "sean buenos ciudadanos, amen totalmente a su patria y sirvan a su país con esfuerzo y honestidad, según sus propias capacidades", aunque admite que en ocasiones tendrán que "expresar una palabra crítica" para "edificar una sociedad más justa, más humana y más respetuosa con la dignidad de cada persona".
