YAKARTA.- Las autoridades de Indonesia elevaron a 385 el número de fallecidos por la serie de terremotos y el tsunami que afectaron el viernes la isla de Célebes, y provocaron una gran destrucción de edificios e infraestructuras.
Además, 540 personas resultaron heridas, 29 están desaparecidas y se han registrados 16.732 desplazados, según los datos ofrecidos por el portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, en una rueda de prensa en Yakarta.
El vocero advirtió que se trata de cifras provisionales, y que aumentarán a medida que avancen las tareas de salvamento y se restablezcan las líneas de comunicación tras los sismos.
La mayoría de los datos de víctimas corresponden a Palu, la capital de la provincia de Célebes Central, una población de unas 350.000 personas y el lugar más afectado por la catástrofe.
El
municipio de Donggala es otra de las zonas más castigadas, con más de
1.000 edificios dañados,
y cortes en las comunicaciones y la red eléctrica, que están comenzando a ser reparadas.
Personal de las Fuerzas Armadas y de varias agencias indonesias, comenzaron a llegar desde anoche en helicópteros y aviones militares a la región.
El aeropuerto de Palu -en el que se operan vuelos nacionales- está abierto para aeronaves militares y ayuda humanitaria, tras resultar dañado por el terremoto magnitud 7,5, que también afectó a puentes y hospitales.
La agencia de geofísica (BMKG) emitió una alerta de tsunami tras el fuerte sismo para advertir de olas de entre medio metro y un máximo de tres metros en la zona de Palu, que llegaron a los 20 minutos del temblor, según las estimaciones oficiales.
A la media hora expiró la alerta, y las autoridades solo confirmaron la formación del tsunami después de que varios videos locales mostraran en las redes sociales cómo Palu, situada en una estrecha bahía, era impactada con fuerza por las olas.
El presidente de la Asociación Indonesia de Geólogos (IAGI), Sukmandaru Prihatmoko, indicó que el desastre ocurrió en un tipo de falla en la que generalmente no tienen lugar tsunamis, lo que sorprendió a los expertos.
"Lo primero que pensamos fue, es difícil que ocurra un tsunami, pero ocurrió y ahora los geólogos se están preguntando qué pasó allí", declaró el presidente de la IAGI, Sukmandaru Prihatmoko.
El terremoto 7,5 estuvo precedido tres horas antes por otro de 6,1, que provocó la muerte de una persona y 10 heridos, y el derrumbe de varias casas.