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Del activista chileno a la fiesta truncada: La trastienda en La Paz tras el fallo de La Haya

Más de un centenar de personas se reunieron en Plaza Murillo para presenciar el veredicto de la Corte Internacional de Justicia ante la demanda boliviana. El ambiente era festivo, pero las cosas cambiaron tras la sentencia favorable a Chile. Este es el lado B de lo que pasó en la capital altiplánica.

01 de Octubre de 2018 | 19:49 | Por Ramón Jara, enviado especial a Bolivia, Emol
LA PAZ.- La cosa partió lenta, pero poco a poco fue llegando más gente a la Plaza Murillo, en el centro de La Paz, para presenciar el fallo de la Corte Internacional de Justicia ante la demanda presentada por Bolivia contra Chile por un acceso a negociar una salida soberana al mar. La expectación entre los bolivianos era altísima, pero poco a poco se fue difuminando a medida que el presidente del tribunal leía el fallo.

Así, lo que partió como un carnaval fue cambiando de rostro y las palabras de esperanza cambiaron por las de resignación dando paso también a los reproches, aunque siempre pensando en una cosa en común: la aspiración marítima es irrenunciable.

Entre trajes típicos y disfraces varios

Poco a poco fue llegando la gente a la Plaza Murillo, donde las autoridades dispusieron de dos pantallas gigantes para presenciar el fallo. Si bien se esperaba una multitud, quienes asistieron al centro de La Paz se mostraron bien entusiastas en todo momento, con sus banderas, lienzos, disfraces y trajes típicos.

Destacó la presencia de un pequeño ballet que, vestido con trajes típicos, interpretaba canciones del folclor boliviano alusivas al amor a la patria en la previa del fallo. El problema fue que sonaron las mismas dos canciones durante una hora, agotando la paciencia de más de uno de los periodistas que se encontraban en el lugar.

Asimismo, un imperdible de la jornada fue un hombre disfrazado de "Chavo del Ocho", el que portaba un cartel que decía "No necesito guerra para recuperar lo que es mío, señor Piñera". Fue entrevistado por casi todos los medios locales. Aparte de él, había un hombre disfrazado de cóndor, el que debió capear con entereza el calor que azotaba la plaza.

El chileno activista por la demanda marítima boliviana

En los minutos previos a que comenzara la lectura del fallo, una persona acaparaba la atención de todos los medios bolivianos y no era precisamente alguien de este país, sino que se trataba de un chileno. Su nombre es Alfonso Ossandón y se hizo conocido por ser expulsado del colegio en el que trabajaba en la Región de Coquimbo tras repartirle a sus alumnos el "Libro del Mar", publicado por el Gobierno boliviano para explicar sus razones en torno a su aspiración marítima. Tras esto, fue acogido como refugiado político por el Gobierno de Bolivia, ya que acusaba persecución de parte de las autoridades chilenas por este y otros temas relacionados con su trabajo en el canal Telesur.

Tras su partida de Chile, Ossandón vive en Bolivia desde hace seis meses y trabaja como asesor del Ministerio de Minería. Este lunes se encargó de dar su visión a los medios sobre la demanda altiplánica en su calidad de chileno, para luego participar en Bolivia TV.

En conversación con la prensa chilena, este profesor manifestó que la causa marítima "viene a restablecer una claridad con respecto al proceso histórico de cómo se generó esta guerra (…) Bolivia nació con mar y hay que decirlo, y eso es lo que las autoridades chilenas les duele la guata". Asimismo, agregó que "no podemos seguir escribiendo páginas del Libro del Mar, constatando declaraciones incumplidas de autoridades chilenas".

Los ambulantes aprovecharon la ocasión

Quienes también estuvieron presentes en el lugar fueron los vendedores ambulantes, aprovechando la presencia de gente. Lo que más ofrecían eran banderas bolivianas y de la reivindicación marítima, aunque hubo un comerciante que llamó la atención particularmente, puesto que vendía café en un bidón de gasolina.

Chilenos "rockstars"

Los periodistas bolivianos estaban muy interesados en saber las opiniones de los reporteros chilenos que llegaron a La Paz, antes y después del fallo, por lo que no dudaron en entrevistarlos repetidas veces, por lo que varios de los colegas nacionales dieron tantas declaraciones como las que iban obteniendo durante su reporteo.

Los más solicitados eran los de medios televisivos: Gonzalo Ramírez (TVN), Iván Núñez (CNN-CHV), Constanza Santamaría (Canal 13) y José Antonio Neme (Mega) debieron responder varias veces las preguntas de los colegas altiplánicos, aunque siempre con una buena disposición.

El "ninguneo" a los periodistas chilenos en el Palacio de Gobierno

Respecto al trato a los chilenos durante esta jornada, sólo hay comentarios positivos para los vecinos y periodistas bolivianos que siempre estuvieron dispuestos y jamás mostraron una cuota de hostilidad, peso a lo adverso del fallo para ellos. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de las autoridades.

Todo comenzó minutos antes de las 09:00 horas (10:00 en Chile), con la citación a la prensa a asistir a la Casa Grande del Pueblo para ver al vicepresidente Álvaro García Linera junto al resto del gabinete reunidos para escuchar el fallo. Incluso la citada autoridad había invitado un día antes a los chilenos a estar en el Palacio de Gobierno. Sin embargo, las cosas cambiaron este lunes.

Primero, no había señales claras respecto de la acreditación al lugar, luego, cuando quedaban muy pocos minutos para las 09:00, hicieron pasar sólo a la prensa local (es más, a una corresponsal de agencias internacionales no la querían dejar pasar, hasta que se dieron cuenta que era boliviana). Los chilenos, en tanto, esperaban. Luego, se les dijo que no podían entrar, generando una gran molestia. Minutos después, se les dijo que sí y se les entregó la acreditación correspondiente, pero cuando ya estaban dispuestos a subir al piso 14 (donde iba a ser la actividad), se les informó que no recibirían más gente.

Pero esto no fue lo único. Después de conocerse el fallo y de que el Presidente Evo Morales hablara en La Haya, Álvaro García Linera ofreció una conferencia de prensa a la que asistieron medios bolivianos y chilenos. Sin embargo, el vicepresidente evitó responder las preguntas de la prensa extranjera y sólo atendió a los locales. Incluso, se enojó con algunos periodistas chilenos que tuvieron que subir la voz para hacerse escuchar. "Podrían ser más educados, como los locales", afirmó.

La banda que no tocó

Estaban ahí para animar la fiesta, pero el fallo final frenó todos sus deseos. Se trata de la banda de guerra de la Fuerza Aérea Boliviana, que llegó a Plaza Murillo para hacer una presentación después de que se conociera el veredicto.

Al lugar llegaron todos: director, vientos y percusión, pero la CIJ dijo otra cosa. Finalmente, volvieron en silencio.
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