SANTIAGO.- A pesar de que muchas personalidades mexicanas han presumido, de alguna u otra forma, que influyeron en la exitosa negociación del nuevo USMCA - que reemplazará Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) - acordado por Estados Unidos, México y Canadá, entre estas hay una que está más contenta que los demás con el convenio. Es nada más que el Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador.
El próximo Mandatario, asumirá el cargo el próximo 1 de diciembre, horas después de que Enrique Peña Nieto firme el, supuesto, último acuerdo de su gestión como Presidente de México, en la ciudad de Buenos Aires, en el G-20 con Donald Trump y Justin Trudeau.
Según publicó el diario español El País, los impulsos de celebración para López Obrador son variados, al parecer, con su intervención en la negociación se "aceleraron" las conversaciones para lograr un nuevo acuerdo trilateral.
El Presidente electo, señaló que su mediación comenzó cuando su próximo canciller, Marcelo Ebrard, "habló con funcionarios del gobierno de Estados Unidos, fijando con claridad nuestra postura de que nos interesaba que el acuerdo fuera trilateral. Detalló que seríamos respetuosos de la decisión que se tomara entre los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, pero que nos convenía que se llegara a un acuerdo como originalmente se pactó".
Para AMLO (López Obrador), esta intervención fue "una prueba importante" que logró pasar satisfactoriamente: "Todavía no hemos tomado posesión de la presidencia y consideramos que se contribuyó a lograr este acuerdo que permite certidumbre para la economía nacional".
El cruce de halagos, entre el electo Presidente y Trump, se ha hecho evidente en los últimos días. Mensajes que podrían proyectar nuevas y buenas relaciones entre norteamericanos y mexicanos, que se han visto mermadas por discusiones económicas y el muro fronterizo de Trump.
En declaraciones posteriores al cierre de la negociación, AMLO enfatizó el "papel visionario, tolerante del presidente de Estados Unidos Donald Trump".
"Debo reconocer, insisto, que el Presidente Donald Trump tuvo un actitud abierta y tolerante y se logró este acuerdo que es benéfico para los tres pueblos", expresó el próximo Presidente mexicano.
Poco antes, en el mes de julio cuando AMLO fue elegido Presidente, Trump auguró en la Oficina Oval que "la relación va a ser muy buena". Luego, dijo: "Tuvimos una gran conversación (...) Creo que va a tratar de ayudarnos con la frontera".
El porqué de esta inusual relación
Pero tras todos estos "guiños" cabe recordar que López Obrados viene de la rama opuesta a la del Mandatario estadounidense. El mexicano es parte de un partido político de izquierda, Morena, que se distancia del partido republicano con tendencias conservadoras al que pertenece Trump.
"Debo reconocer, insisto, que el Presidente Donald Trump tuvo un actitud abierta y tolerante y se logró este acuerdo que es benéfico para los tres pueblos"
Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México
Según el doctor en Relaciones Internacionales y profesor de la Universidad de Santiago, César Ross, esta relación no es una "amistad", pero pese a ser "sujetos bastante distintos desde el punto de vista político-ideológico, López Obrador es un hombre que está a la izquierda del PRI, tienen algo en común desde el punto de vista de que ambos son en cierto sentido políticos que están afuera del 'establishment' más histórico de la política".
De acuerdo al analista, esto los hace políticos "semejantes", que estaban fuera de las tradicionales figuras del mundo público. "Ambos son políticos heterodoxos, en el sentido de que están demostrando ser (...) una especie de neoliberal populista, una mezcla de derecha y de izquierda. López Obrador, es evidentemente un político que necesita demostrarle a la opinión pública interna, pero también externa, que él va a actuar con 'responsabilidad'", sostuvo Ross a Emol.
Además de esta semejanza, el doctor destaca que las relaciones económicas entre ambos países y las próximas elecciones en EE.UU. podrían influir en el "amable trato" entre las autoridades.
"Ambos necesitan de ese acuerdo porque el convenio, más allá del discurso, contiene la realidad del comercio bilateral entre México y EE.UU.. El 80% de las exportaciones de México, van a EE.UU., cada auto norteamericano que se fabrica en EE.UU., tiene más del 70% de las piezas que se fabrican fuera del país, muchas de ellas en México", apuntó el analista.
Por otra parte, "Trump está trabajando para la reelección", explicó Ross. Esto determinaría que el comportamiento del republicano podría dar cuenta de que está trabajando un posible nuevo electorado.
En esa misma línea, el analista declaró que el equipo del estadounidense tiene bien definido quiénes votan más. "Los latinos tienen un comportamiento político que les resulta 'amenazante' a los conservadores, porque los latinos como inmigrantes recién llegados respetan, se vuelven ciudadanos rápido, pagan sus impuestos, tratan de portarse bien, entran a los partidos políticos, progresan económicamente más rápidos que los negros".
Y enemistarse con los mexicanos que están en la frontera podría causar mayor rechazo en unas próximas elecciones.
Hace unas semanas, AMLO comentó en un acto público: "Espero que se mantenga una buena relación con el Gobierno de Estados Unidos, y convencerlos de que el problema migratorio no se resuelve construyendo muros ni con el uso de la fuerza, pero es una labor diplomática, de respeto, no vamos a pelearnos con el Gobierno Estados Unidos, no nos vamos a pelear con el Presidente Donald Trump".
Esto podría marcar un nuevo comienzo a partir del próximo 1 de diciembre, y proyecta a futuro cómo serán las relaciones bilaterales entre Trump y López Obrador.
