Los lazos amarillos representan a los parlamentarios independentistas que se encuentran prófugos y en prisión preventiva por el referéndum de 2017.
EFE
BARCELONA.- Los partidos independentistas perderán la mayoría en el Parlamento de Cataluña después de que la formación del ex presidente regional, Carles Puigdemont, decidiera hoy no designar sustitutos para sus cuatro diputados suspendidos judicialmente.
De esta forma, los votos de esos diputados no serán contabilizados en las votaciones del pleno de la cámara.
Los parlamentarios suspendidos están procesados por el Tribunal Supremo español (TS), al igual que otros políticos catalanes, a causa del proceso secesionista ilegal de 2017. Uno de esos diputados es Puigdemont, quien huyó a Bélgica, mientras que los tres restantes cumplen prisión condicional en España.
Las fuerzas separatistas tenían hasta ahora una mayoría de 70 escaños gracias a los 34 de JxCat, los 32 de ERC (izquierda) y los 4 de la CUP (radicales de izquierda). Pero los soberanistas solo sumarán ahora 65 diputados -a tres de la mayoría absoluta de 68 - sin los cuatro votos de los diputados procesados de JxCat ni del ex consejero regional de Salud Antoni Comín (ERC), también en Bélgica.
Los partidos no independentistas - desde el centroderecha hasta la izquierda - suman también 65 escaños, de manera que los separatistas tampoco tienen garantizado imponerse en votaciones por mayoría simple.
La Mesa (órgano de dirección) del Parlamento catalán rechazó la propuesta presentada por JxCat sobre la delegación de voto de los diputados suspendidos, que renunciaron a designar a un sustituto que ejerza sus funciones parlamentarias, por lo que se perderán sus cuatro votos. La decisión fue respaldada por Partido Socialista y por la ERC, socio de gobierno de JxCat.
Precisamente, las fricciones y diferencias de estrategia entre estas dos fuerzas secesionistas han agrietado la unidad y la estabilidad del ejecutivo catalán y han paralizado la actividad parlamentaria ordinaria. La cuestión de la delegación del voto ha sido motivo de su último encontronazo.
La portavoz de ERC en el Parlamento catalán, Anna Caula, afirmó que a su partido no le gusta que haya discrepancias entre las formaciones soberanistas y pidió trabajar para "rehacer la unidad" independentista y "preservarla".
La portavoz adjunta de JxCat, Gemma Geis, admitió la necesidad de ser "autocríticos", insistió en que la cámara legislativa no vive "una situación normal" y que JxCat y ERC han tenido que hacer frente a "dificultades" por la "represión" del Tribunal Supremo.