El magnate George Soros (88) se ha hecho conocido por financiar causas liberales, volviéndose un blanco para grupos ultranacionalistas.
Reuters
NUEVA YORK.- El FBI reveló este martes la apertura de una investigación por el hallazgo de un explosivo el lunes en el buzón de la residencia neoyorquina del multimillonario y filántropo estadounidense George Soros, quien se ha convertido en blanco favorito de grupos de ultraderecha occidentales.
La policía de la pequeña ciudad de Bedford - zona de residencia de magnates y famosos a unos 60 kilómetros de la ciudad de Nueva York - informó que recibió una llamada telefónica de un empleado de la residencia de Soros el lunes por la tarde, quien les avisó que habían encontrado un paquete sospechoso en el buzón.
El empleado abrió la caja y, al ver algo que parecía ser un explosivo, "llevó el paquete a un área boscosa y llamó a la policía de Bedford", según un comunicado del Departamento de Policía local.
Soros, de 88 años, no estaba en la casa en ese momento, dijo un portavoz del magnate y el artefacto acabó siendo detonado por las técnicos del escuadrón antiexplosivos.
La policía federal, que hasta el momento no ha anunciado ningún arresto, no brindó ninguna otra información al ser contactada este martes. El caso será investigado por la unidad antiterrorista del FBI. "No hay ninguna amenaza para la seguridad pública, y no tenemos más comentarios en este momento", señaló en Twitter la oficina del FBI en Nueva York.
George Soros, un húngaro de origen judío que se hizo multimillonario gracias a los mercados financieros, se ha convertido en los últimos años en el blanco de ultranacionalistas, tanto en Europa como en Estados Unidos, quienes lo acusan de apoyar la inmigración ilegal a través de su acción humanitaria y diversas fundaciones.
Entre otras embestidas, el Presidente Donald Trump acusó al multimillonario, un importante donante de sus rivales demócratas, de financiar a los manifestantes contra la discutida confirmación en la Corte Suprema de Justicia de Brett Kavanaugh, quien había afrontado acusaciones de abuso sexual y afrontó un duro proceso legislativo para su aprobación.