CIUDAD DEL VATICANO.- El Sínodo de los obispos sobre los jóvenes celebrado este mes recomendó en el documento final, aprobado este sábado, que se favorezca la acogida en la Iglesia a las personas homosexuales y no se discrimine por la orientación sexual.
El documento de 60 páginas contiene 167 puntos, que fueron aprobados durante esta jornada uno a uno por los 149 llamados padres sinodales y todos ellos con la mayoría de dos tercios que se requería según las reglas del Sínodo.
El más controvertido del documento debido a los 65 votos contrarios que recibió fue el dedicado a la sexualidad y las "inclinaciones sexuales".
En el punto 150 se explica que en el Sínodo "se reafirma que Dios ama a todas las personas y así lo hace la Iglesia, reiterando su compromiso contra cualquier discriminación y violencia sobre la base sexual".
Aunque en el documento se especifica que la Iglesia "reafirma la antropológica diferencia y reciprocidad entre hombre y mujer" también "retiene que es algo restrictivo definir la identidad de las personas a partir únicamente de su orientación sexual".
Explican que en muchas comunidades ya existen "caminos para acompañar en la fe a personas homosexuales" y que el Sínodo "recomienda favorecer estos caminos".
"En estos caminos a las personas se les ayuda a leer su propia historia y a adherir con libertad y responsabilidad a su bautismo, a reconocer su deseo de pertenecer y contribuir a la vida de la comunidad", se lee.
De esta manera, prosigue, "se ayuda a todos los jóvenes, sin excluir a nadie, a integrar siempre más la dimensión sexual en su propia personalidad".
En el texto ha desaparecido la sigla LGTB que aparecía en las peticiones de los jóvenes a la Iglesia sobre la acogida a este colectivo, ya que algunos obispos habían rechazado esta definición, entre ellos los africanos que aseguraban que en su continente nadie lo entendería.