LIMA.- La justicia peruana retomará el lunes una audiencia para decidir si manda a prisión a la líder opositora
Keiko Fujimori, quien enfrenta además una crisis interna en su partido, que estalló en el peor momento para su jefa.
El juez Richard Concepción Carhuancho debe resolver si acoge el pedido de la fiscalía de enviar a prisión preventiva por 36 meses a la hija del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000) y a otros 10 dirigentes y asesores de su partido, el más votado en los comicios generales de 2016.
Este sábado la sesión se prolongó durante ocho horas, con un receso para el almuerzo, y se debatió el pedido de prisión para Pier Figari, uno de los asesores de Keiko, quien estuvo detenido unos días este mes por la misma causa, igual que su jefa.
"El delito de Pier Figari es ser mi amigo y ser una persona de mi confianza", declaró Keiko a la prensa.
"Mi cliente decidió estar aquí (en el tribunal). Tuvo tiempo para fugarse (del país) y aquí está frente a usted", le dijo al juez el defensor de Figari, Humberto Abanto.
El fiscal José Domingo Pérez acusa a los 11 imputados de conformar una "organización criminal" dentro del partido fujimorista, que recibió y encubrió 1,2 millones de dólares aportados ilegalmente por la empresa brasileña Odebrecht a la campaña de Keiko en 2011.
El juez dará posiblemente su veredicto la semana entrante, después de escuchar los alegatos del fiscal y de los defensores de cada uno de los 11 imputados en esta causa que amenaza la aspiración de Keiko de ser candidata presidencial, por tercera vez, en 2021.
La sesión fue suspendida al anochecer del sábado y se renudará el lunes. Hasta ahora, el tribunal ha revisado los casos de tres de los 11 imputados.
El fiscal Pérez y el juez Carhuancho han ganado notoriedad procesando por corrupción a políticos, entre ellos cuatro expresidentes peruanos, y Keiko los acusa de estar coludidos.