SANTIAGO.- El ex vocero de la Armada de Argentina, Enrique Balbi, se refirió esta mañana al debate en torno a la posibilidad de reflotar los restos del submarino ARA San Juan, que fue encontrado el viernes pasado en el fondo marino a un año de su desaparición.
"Técnicamente e históricamente, de lo que se ha intentado, todos (los submarinos siniestrados) descansan en el fondo del mar", afirmó el capitán de navío en conversación con radio Mitre.
El ex portavoz aseguró que la principal dificultad radica en que el Ara San Juan sufrió una implosión, lo que habría debilitado en gran medida su estructura.
"Un submarino, cuando está colapsado y descansando en el fondo del mar,
está muy debilitado por toda la deformación y torsión que sufrió el casco resistente (…) y en el riesgo de querer izarlo, más allá de lo que cueste y lo que dure la operación, se
puede llegar a romper la maniobra y romper la misma estructura. Es riesgoso incluso para quienes quieren reflotarlo".
Recalcó que las herramientas con que cuenta la empresa Ocean Infinity, que encontró la nave, no logran sostener el peso del submarino completo, por lo que la opción sería cortarlo bajo el mar. "¿Quién lo corta? (…) casco resistente de 33 milímetros de espesor, ya de por sí es difícil cortarlo en un astillero. Yo no digo nunca imposible, pero uno siempre se maneja con las probabilidades. Es muy difícil", aseveró.
"Pasamos muchísimas veces por arriba"
Pese a ello, el capitán se mostró conforme con las operaciones que dieron con el paradero del ARA San Juan, un caso que tildó de "histórico e inédito". "Lo manifesté varias veces. Se lo tenía que encontrar y yo estaba convencido de que se le iba a encontrar (…) de hecho, se le encontró donde nosotros decíamos que estaba. Pasamos muchísimas veces por arriba", comentó.
Explicó que la Armada y los buques internacionales que llegaron a prestar ayuda no pudieron encontrarlo debido a la falta de artefactos tecnológicos, que sí pudo aportar la empresa estadounidense. Sin embargo, enfatizó que aún queda por esclarecer qué pasó y por qué el submarino cayó a 900 metros hasta implosionar.
"La pregunta es qué pasó a plano 40 – 40 kilómetros de profundidad – que no permitió que nadie de la dotación soplara los resistentes o los láser (…) suponemos que fue la
concentración de hidrógeno que tuvo una pequeña explosión interna, contenida, que atontó a todos, no pudieron reaccionar y al perder propulsión el submarino lentamente se va para abajo hasta superar lo que permite el casco resistente".
En ese sentido, Balbi, quien fue recientemente designado como agregado naval en Washignton, se refirió a las críticas de las familias, que han asegurado que el Gobierno y la Armada los han abandonado en la lucha por intentar esclarecer lo ocurrido con el submarino. "No coincido, porque yo lo vi, lo viví desde el primer día hasta ayer (…) Desde el primer día hubo asistencia médica, económica, el apoyo del abrazo", aseveró.
"Hubo hasta dos submarinistas por familia para hacerles todos los trámites, llevar los chicos al colegio, los papeles o lo que fuera, la asistencia legal, de todo y está todo debidamente registrado. Pero más allá de eso, yo lo viví y siempre estuvimos con ellos. Y la Armada siempre va a seguir estando al lado de los familiares", sentenció.