SANTIAGO.- La Unión Europea (UE) y Reino Unido avanzaron este jueves hacia el cierre de la negociación del Brexit. Esta mañana se dio luz verde al texto acordado entre ambos sobre la llamada "Declaración Política", que sienta las bases de las relaciones que mantendrán en la era post salida.
La Declaración Política sobre la relación futura es un requisito de la legislación europea para la salida de cualquier estado, según consigna el diario El Mundo. Más de
17 meses después de que se iniciaran las conversaciones por el Brexit, Londres y Bruselas lograron cerrar un borrador sobre ella.
Este texto de 26 páginas, no vinculante, llega para acompañar a las 585 carillas del acuerdo preliminar conjunto presentado la semana pasada, que busca establecer los aspectos de la salida del Reino Unido del bloque. Pero, el extenso documento generó una ola de críticas y expresiones de preocupación tanto en suelo británico como en otros países de Europa, por lo que se esperaba que la nueva declaración ofreciera algunas soluciones.
Periodo de transición y lineamientos sobre comercio
Una de las cuestiones más importantes que establece el texto es la extensión del periodo de transición. Reino Unido abandonará la UE el 29 de marzo, pero permanecerá dentro del mercado único del bloque y estará sujeto a sus reglas hasta finales de diciembre de 2020, mientras que las dos partes elaboran una nueva relación comercial. Sin embargo, el texto constata que el período de transición podría extenderse hasta dos años -solo en una ocasión- antes del 1 de julio de 2020 si ambas partes deciden que se necesita más tiempo.
Pero además, el documento resulta especialmente relevante, puesto que entrega directrices sobre estas futuras relaciones comerciales, punto más esperado de los acuerdos. Así, se prevé acuerdos aduaneros comunes y "zona de libre comercio", y un compromiso a que el Reino Unido recuperará una política comercial independiente, actualmente en manos de Bruselas, en la medida que la futura relación lo permita.
En el texto, las dos partes acuerdan, además,
"construir y mejorar" el territorio aduanero temporal establecido en el acuerdo de retiro, y reiteran la antigua línea roja de la UE de que el acceso británico a los mercados europeos solo se ofrecerá sobre la base de una "competencia abierta y justa", respetando las normas del bloque.
Aunque Londres no logró introducir ninguna referencia explícita a que habrá una "relación comercial sin fricciones", clave para los británicos, sí prevén "una relación comercial tan cercana como sea posible"; prometen "desarrollar una cooperación económica ambiciosa, amplia y equilibrada", y buscarán "facilitar el movimiento de bienes a través de las fronteras".
Por último, ambos se comprometen a reemplazar el denominado "backstop" o plan de respaldo para Irlanda del Norte, con una solución permanente "que establezca acuerdos alternativos para garantizar la ausencia de una frontera dura" con la República de Irlanda. Esto podría incluir soluciones tecnológicas aún no desarrolladas.
Temas pendientes: Gibraltar y la pesca
Pese a que los lineamientos planteados en la declaración política son generales, desde la UE admitieron que ésta deja pendiente dos aspectos que durante los últimos días han provocado resquemor en países del bloque comunitario. "Puedo confirmar que la cuestión de Gibraltar y la de la pesca son cuestiones que todavía deben abordarse y solucionarse", dijo en rueda de prensa Margaritis Schinas, vocero de la Comisión Europea.
La problemática sobre Gibraltar, peñón de propiedad británica pero cuya soberanía es reclamada por España, surgió durante esta semana, luego de que la semana pasada se anunciara el acuerdo preliminar que entregó las bases para la salida del Reino Unido del bloque comunitario.
El Gobierno español amenazó con bloquear el proyecto de pacto del Brexit, pues considera que Gibraltar no debe ser incluida en las negociaciones generales del bloque, sino que debe ser tratada aparte y solo entre el Reino Unido y España. Madrid se niega a aprobar un texto en el que no se garantiza su derecho a decidir sobre el enclave, pues ello implica perder la posibilidad de, en un futuro, pelear por la soberanía del peñón.
May, sin embargo, no cedió y aclaró ayer que las conversaciones globales que mantiene con la Unión sobre el Brexit abarcan a todos los territorios del Reino Unido, incluido Gibraltar.
Aunque la tarde del miércoles ambos países lograron consensuar un preacuerdo bilateral sobre la situación de Gibraltar tras el Brexit, el Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, insistió más tarde que si no se soluciona el aspecto en el pacto preliminar con la UE,
votará "No" el domingo. "Tengo confianza en que el domingo
seremos capaces de alcanzar un acuerdo que cubra a toda la familia británica, incluido Gibraltar", afirmó este jueves May.
La pesca es otro de las diferencias que ha reaparecido con fuerza en la recta final de las negociaciones. Países como Francia, España, Portugal, Dinamarca u Holanda buscan que Londres les garantice el derecho a seguir pescando en aguas británicas tras el Brexit. Pero Reino Unido se ha fijado como prioridad recuperar el control total de sus aguas y rechaza dar acceso a la flota europea. Este punto es considerado un catalizador del voto a favor del divorcio durante el referéndum de junio de 2016.
Al respecto, la declaración política sobre la futura relación consigna que Londres y la UE, en el contexto de su futuro vínculo comercial, "deberían establecer un nuevo acuerdo de pesca sobre, entre otras cosas, el acceso a las aguas y la distribución de cuotas".
Con los documentos sobre la mesa, los mandatarios de los otros 27 países de la UE deberán dar ahora su visto bueno en una cumbre prevista el domingo en Bruselas.