CIUDAD DE MÉXICO.- "Me comprometo a no robar y dejo en claro que si mis seres queridos cometen un delito, deberán ser juzgados como cualquier otro ciudadano. Solo respondo por mi hijo Jesús, por ser menor de edad".
Andrés Manuel López Obrador (65) juró este sábado como el primer Presidente de izquierda en la historia reciente de México en el Congreso de la República. Allí, le esperaban legisladores, políticos mexicanos e invitados internacionales.
Durante su primer discurso como Mandatario aseguró que a partir de ahora la corrupción será considerada como un delito grave -porque no lo era- y que tanto sus "compañeros de lucha" como su propia familia, podrían ser sometidos al escrutinio público de considerarse necesario.
"No habría juzgados ni cárceles suficientes, y lo más delicado, lo más serio, meteríamos al país en una dinámica de fractura, conflicto y confrontación, y ello nos llevaría a consumir tiempo, energía y recursos que necesitamos para emprender la regeneración verdadera y radical de la vida pública de México".
El combate a la corrupción fue una de sus principales promesas como candidato. El sexenio de su antecesor estuvo plagado de escándalos que involucraron a políticos de diferentes niveles.
"Queremos regenerar de verdad la vida pública de Mexico", dijo. "Si abrimos expedientes, dejaríamos de limitarnos a buscar chivos expiatorios como se ha hecho siempre y tendríamos que empezar por los de mero arriba, como del sector público como privado".
En su discurso, López Obrador también tocó un tema sensible entre la población del país: el aumento a los precios de la gasolina, lo que despertó el enojo de los mexicanos durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
"No aumentaran los precios de los combustibles más allá de la inflación", aseguró. "Ahora resulta que los que aumentaron el precio a las gasolinas están pidiendo que baje".
Tras reiterar su compromiso con la transparencia -"Al margen de la ley nada, y por encima de la ley nadie"- el Mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador dijo que se transitará hacia una "verdadera democracia", donde no haya lugar para los fraudes electorales.
Por otro lado, destacó la cancelación de la reforma educativa, aseguró que habría atención médica y medicamentos gratuitos en zonas marginadas del país garantizada a mitad de su gobierno, que los aumentos al salario mínimo no volverán a fijarse por debajo de la inflación y que los jóvenes que quieran trabajar deberán ser contratados y recibirán un salario.
"No se va a dar la espalda a los jóvenes ni se les va a ofender de esa manera porque no es culpa de ellos que no tengan oportunidad de trabajo y de estudio", dijo sobre esto último.
Además, en cuanto a educación, aseguró que se otorgarán 10 millones de becas a estudiantes en todos los niveles de escolaridad y que se abrirán 100 universidades públicas.
Asimismo, entre otras cosas, dijo que cumpliría su promesa de vender el avión presidencial y reiteró que su salario será 40% de lo que ganaba el mandatario saliente, Enrique Peña Nieto.
López Obrador anunció que pedirá a Estados Unidos y Canadá ir más allá de su acuerdo comercial trilateral y buscar un acuerdo de inversiones que permita enfrentar la migración en Centroamérica y México. Junto con trabajar en un acuerdo para que empresas y gobierno inviertan en Centroamérica y México y "enfrentar de esta forma el fenómeno migratorio", no con medidas coercitivas.
El anuncio de López Obrador ocurre en momentos en que en la frontera entre México y Estados Unidos se encuentran migrantes centroamericanos que viajaron en caravana desde Honduras, El Salvador y Guatemala, y que han generado la molestia del presidente estadounidense, quien ha dicho que buscan invadir su país.
"Mi honestidad es lo que estimo más importante en mi vida. Estoy preparado para no fallarle a mi pueblo", dice el presidente mexicano ante los aplausos de decenas de asistentes al Congreso de la República para su juramentación.
En su discurso Andrés Manuel López Obrador enfatizó la austeridad que siempre ha asegurado que mantendrá durante su gobierno. "Nada material me interesa ni me importa la parafernalia del poder. Siempre he pensado que el poder debe ejercerse con sabiduría y humildad y que solo adquiere sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás", dijo.
"Estoy consciente de la gran expectativa que existe entre los mexicanos y el desafío que significa enfrentar los grandes y graves problemas nacionales, pero estoy optimista y creo que vamos a salir bien", aseguró.
Asimismo anunció que a mitad de su gestión llevaría a cabo un referendo para que los mexicanos decidan si debe continuar como mandatario.
"¡Viva México!", gritó al concluir su alocución antes de que en la sala se entonara el himno nacional.