SANTIAGO.- En medio de expresiones de hostilidad de legisladores conservadores y de algunos grupos que se manifiestan, se espera el arribo del mandatario venezolano
Nicolás Maduro a México para asistir a la investidura de
Andrés Manuel López Obrador como Presidente.
"Maduro no eres bienvenido", decía una enorme manta con la imagen del venezolano que colocaron legisladores de la oposición, principalmente del conservador Partido Acción Nacional (PAN), duro crítico del gobierno de Caracas.
Hemos
rechazado desde el principio esta invitación. Nos parece un agravio y una ofensa no sólo para todo el pueblo de Venezuela sino para los demócratas de este país", dijo
Josefina Vazquez Mota, quien fue candidata presidencial en 2012 y ahora senadora del PAN, al calificar de "dictador" al venezolano.
Afuera del hotel donde se espera que se hospede, había un pequeño grupo de manifestantes con cartones en los que se le acusaba de "dictador".
La invitación a Maduro
desató un fuerte debate en la Cámara de Diputados, incluso con conatos de enfrentamientos, pero el equipo de López Obrador rechazó retirar la invitación con el argumento de que es "amigo" de todos los países.
"No intervenimos en las cuestiones de los países y estamos invitando al Primer Mandatario de la Republica Bolivariana de Venezuela", dijo de su lado Javier Jiménez Espriú, nuevo secretario de Comunicaciones y Transportes.
Sin embargo, no se confirmó en forma oficial la llegada de Maduro.
Según la prensa local, tendría ya más de tres horas de retraso y se estima que quizá sólo asista por la tarde a la comida que ofrecerá López Obrador a sus invitados en el
Palacio Nacional, y evitar así expresiones que alteren la ceremonia de investidura de izquierdista mexicano.
Durante las dos presidencias del PAN, de 2000 a 2012, México tuvo profundas diferencias con Venezuela y su entonces
Presidente Hugo Chávez, que llevaron incluso al retiro de embajadores.
Las tensiones bajaron de nivel con el Presidente Enrique Peña Nieto, aunque México es uno de los países más activos del denominado Grupo de Lima, integrado por 14 naciones del continente americano que buscan resolver la profunda crisis política y económica que golpea a Venezuela.
Algunos críticos de López Obrador advirtieron que
bajo su presidencia México podría seguir el rumbo de Venezuela y compararon su estilo con el del fallecido Chávez.
El izquierdista mexicano de 65 años rechazó tener semejanzas con Chávez y aseguró que ni siquiera lo conoció personalmente ni jamás habló con él.