MADRID- El Presidente electo de Brasil, el derechista Jair Bolsonaro, no supone "ningún riesgo para la democracia", aseguró este lunes en Madrid su futuro ministro de Justicia, Sérgio Moro, el juez que mandó encarcelar al ex Mandatario brasileño Lula da Silva.
"No vislumbro en el Presidente electo un riesgo de autoritarismo o un riesgo para la democracia", declaró Moro en Madrid durante un ciclo de conferencias organizado por la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) y moderado por el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.
Los detractores de Bolsonaro, que asumirá la Presidencia el 1 de enero, lo consideran
un riesgo para la democracia por su sentimiento de nostalgia por la dictadura militar a pesar de que durante la campaña prometió ser "esclavo de la Constitución".
Moro, antiguo juez anticorrupción que condenó y mandó encarcelar al ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el marco del caso Lava Jato, aseguró que la victoria del líder derechista tiene relación con el profundo impacto de la indignación causada por "la corrupción sistemática" descubierta en los últimos años en Brasil.
En este sentido, explicó que aceptó la propuesta de Bolsonaro para ser ministro de Justicia porque hace falta dar una "respuesta institucional" más allá de los tribunales a problemas como la corrupción, el crimen organizado y la violencia, a través de "un endurecimiento" de las leyes.
Moro consideró que estos males "afectan a la calidad de la democracia en sí misma" y recordó que en su país se cometen 60.000 asesinatos cada año, de los que solo se soluciona el 10 por ciento, algo que en su opinión constituye "una calamidad".
"Por una parte, acepté la propuesta (de entrar al gobierno) porque comprendí los compromisos institucionales y democráticos del Presidente electo. Y por otra, porque lo vi como una oportunidad de impulsar la lucha anticorrupción en Brasil desde otra esfera del poder", justificó.
El juez tampoco dijo temer que Jair Bolsonaro emprenda una política discriminatoria contra las minorías tras sus declaraciones racistas, homófobas y misóginas en la campaña.
"La gente a veces hace declaraciones desafortunadas (...), eso no significa que se traducirán en políticas públicas concretas y no hay nada que indique que adoptará políticas discriminatorias contra las minorías en Brasil", aseguró.
"Yo no aceptaría jamás un puesto en el gobierno si viera el menor riesgo de discriminación hacia las minorías", añadió.