SAO PAULO.- El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, le dijo hoy al ministro de Interior italiano, Mateo Salvini, que cuente con Brasil para extraditar a Cesare Battisti, condenado en Italia por cuatro asesinatos y sobre el que pesa una orden de arresto desde ayer dictada por la Corte Suprema.
"¡Que todo sea normalizado brevemente en el caso de este terrorista asesino defendido por compañeros brasileños con las mismas ideas! ¡Cuente con nosotros!", afirmó el mandatario electo en redes sociales.
Bolsonaro, ultraderechista y capitán de la reserva en el Ejército, respondió así a una publicación de Salvini en el que indicó que Battisti "es un condenado a cadena perpetua que está disfrutando la vida en las playas de Brasil en la cara de las víctimas".
"¡Me pone de los nervios!.
Todos mis honores al presidente Jair Bolsonaro si ayuda a Italia a que tenga Justicia regalando a Battisti un futuro en la cárcel", completó.
El juez de la Corte Suprema de Brasil, Luiz Fux, determinó este jueves la detención con fines de extradición de Battisti, solicitada por la fiscal general, Raquel Dodge, con objeto de "evitar el riesgo de fuga" y asegurar un eventual traslado a Italia.
En este sentido, el magistrado pidió que el mandato de prisión sea cumplido por la Interpol, representada en Brasil por la Policía Federal, y justificó también su detención por los supuestos delitos de evasión de divisas y lavado de dinero.
Esos cargos responden al proceso por el cual Battisti fue detenido temporalmente en octubre del año pasado en la frontera brasileña con Bolivia por llevar consigo una cuantía aproximada de 25.000 reales (unos 6.500 dólares).
Battisti reside en Brasil y tiene fijado su domicilio en Cananéia, una localidad en el litoral del estado de Sao Paulo.
Su extradición fue vetada por el ex Mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, hoy preso por corrupción, el último día de su mandato en 2010, pero Bolsonaro, un anticomunista declarado, ya anunció que trabajará para revocar esa medida, si bien la última palabra la tendrá el Tribunal Supremo.
Battisti fue miembro de la banda Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), un brazo de las Brigadas Rojas, y en 1993 fue condenado en ausencia a cadena perpetua por varios asesinatos cometidos entre 1977 y 1979, que él niega.
Huyó a Francia y, en 2004, cuando este país se disponía a revocar su condición de refugiado político, viajó hacia Brasil, donde permaneció escondido durante tres años. Su huida acabó en Río de Janeiro en marzo de 2007, cuando fue detenido en una operación conjunta de agentes de Brasil, Italia y Francia.
La Corte Suprema autorizó su extradición en 2009 en un fallo no vinculante que dejó la decisión final en manos del entonces jefe de Estado, Lula da Silva, quien la rechazó antes de abandonar el poder.