TOKIO.- Japón aprobó este martes unas nuevas líneas estratégicas de defensa que incluyen el refuerzo de sus capacidades para adaptarlas a los nuevos retos y la compra de modernos aviones de combate que podrían ser desplegados desde busques de la Armada.
El programa de prioridades, que incluye una especial atención a la ciberseguridad, está fijado con un plazo de diez años pero la dotación económica forma parte de un plan quinquenal, a partir del año fiscal que comienza en abril próximo.
"El Gobierno considera que este presupuesto podrá permitir a medio plazo el fortalecimiento de la defensa para responder al entorno de seguridad que rodea a Japón"
Yoshihide Suga
Las líneas estratégicas fueron aprobadas en una reunión del Gabinete del Primer Ministro
Shinzo Abe en la que participaron nueve ministros vinculados con temas de defensa, informó en su rueda de prensa diaria el ministro vocero del Gobierno, Yoshihide Suga.
"El Gobierno considera que este presupuesto podrá permitir a medio plazo el fortalecimiento de la defensa para responder al entorno de seguridad que rodea a Japón", agregó Suga.
Uno de los puntos incluidos en el programa se refiere a la adaptación de los portahelicópteros de la clase Izumo, de los que Japón tiene actualmente dos unidades, para que puedan prestar funciones a aviones de combate F35B.
Estas aeronaves pueden aterrizar en pistas cortas o despegar verticalmente, lo que permitirá a Japón trasportarlas en los buques de la clase Izumo cuando se complete su renovación.
El programa busca romper la separación de funciones entre la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea, con misiones interconectadas. También establece la creación de una nueva unidad que asuma las funciones de ciberseguridad.
27.470billones de yenes costará el programa
Las líneas estratégicas están apoyadas en un presupuesto con un plazo de cinco años que prevé un desembolso total de
27.470 billones de yenes (215 billones de euros) para los cinco años del programa de medio plazo.
Esta suma servirá, entre otras funciones, para comprar por fases hasta un total de 42 aviones de combate F35B y 63 unidades F35A que progresivamente irán reemplazando a un centenar de aeronaves que están quedando desfasadas.
También permitirá a Japón adquirir dos sistemas de defensa de misiles balísticos Aegis, de corto y mediano alcance, destinados a interceptar cohetes enemigos.
"Necesitamos desarrollar capacidades de defensa verdaderamente efectivas, en lugar de expandir solamente las tradicionales", dice uno de los documentos de las líneas estratégicas aprobadas hoy en la reunión del gabinete presidido por Abe.
Se trata de la primera revisión en su estrategia de defensa que adopta Japón desde 2013, en medio de señales de tensión internacional por la expansión regional de China y las amenazas aún latentes del programa nuclear norcoreano.
El Gobierno de Abe, según estos documentos, está "profundamente preocupado" por las actividades militares de Beijing en el Mar de China Oriental, así como por las interferencias en el ciberespacio que podrían perjudicar las capacidades defensivas japonesas.
"Cada día más está cambiando aceleradamente la situación de la defensa", afirmó el portavoz gubernamental al confirmar la aprobación del programa.
Las nuevas líneas, agregó Suga, están fijadas "para poder asegurar la defensa tanto en cantidades y calidades suficientes para que cumplan las necesidades reales".
El programa fue aprobado también en medio de los esfuerzos de Abe para impulsar en el Parlamento una reforma constitucional con el fin de dotar de nuevas capacidades militares al país, aunque manteniendo el carácter pacifista de la Carta Magna nipona.