Manifestantes recurrieron a las barricadas para cortar los caminos en Barcelona.
EFE
BARCELONA.- La situación era tensa este viernes en
Barcelona, con carreteras cortadas y enfrentamientos entre manifestantes y policía, mientras el gobierno español de
Pedro Sánchez celebra un excepcional consejo de ministros criticado por los independentistas catalanes como
una "provocación".
Al menos diez manifestantes fueron detenidos, siete de ellos tras unos enfrentamientos violentos con la policía regional catalana, los Mossos d'Esquadra.
Con lemas como
"desbordémoslos" o "seremos ingobernables", distintos grupos independentistas convocaron acciones para bloquear Barcelona en protesta por la celebración del consejo de ministros, un gesto con el que Sánchez quiso mostrar su cercanía con Cataluña.
Desde el amanecer, los activistas de los llamados Comités de Defensa de la República (CDR, grupos de acción directa) cortaron una decena de carreteras en Cataluña, entre ellas importantes autopistas como la AP7 y la A2, que comunican la región con Francia y Madrid. También cortaron importantes vías de acceso a Barcelona, luego reabiertas, según el servicio regional de tráfico.
Más tarde, en el centro de la ciudad, la policía cargó en dos ocasiones contra un grupo de unos 200 individuos. En el segundo embate, los manifestantes lanzaron contenedores y tiraron piedras, vallas, huevos, botellas y petardos a los agentes.
Al mismo tiempo,
una manifestación pacífica de miles de independentistas tenía lugar frente a la Estación de Francia, cerca de donde estaba reunido el consejo de ministros. "Es difícil saber qué va a pasar mañana. Pero aquí estamos, mostrando fuerza, en calma", dijo a la AFP Carles Serra, un empleado textil de 45 años.
El excepcional consejo de ministros comenzó pasadas las 10:00 horas (06:00 en Chile) en el palacio de la Llotja de Mar, cerca del litoral mediterráneo, en medio de un fuerte dispositivo policial destinado a mantener alejados a los manifestantes.
El consejo de ministros se produce tras la reunión el jueves en Barcelona entre Sánchez y el presidente catalán Quim Torra, quien no ceja en su ambición de alumbrar algún día una República catalana independiente de España.
Tiene lugar, además, un año después de unos comicios regionales que revalidaron la mayoría separatista en el Parlamento regional, disuelto en octubre de 2017 por el gobierno conservador de Mariano Rajoy tras una infructuosa declaración unilateral de independencia.
Sánchez buscaba desactivar la tensión de las últimas semanas con este encuentro, que culminó con un comunicado conjunto donde ambos gobiernos se comprometieron a "un diálogo efectivo" para "avanzar en una respuesta democrática a las demandas de la ciudadanía de Cataluña, en el marco de la seguridad jurídica".