La acogida del independentismo fue hostil, con manifestaciones pacíficas pero también choques entre separatistas y policías que se saldaron con 12 detenidos y 51 heridos.
EFE
BARCELONA.- La consejera de la Presidencia de la Generalitat, Elsa Artadi, afirmó que el Consejo de Ministros de este viernes en Barcelona no ha supuesto la aprobación de grandes medidas para Cataluña y que para tomar "acuerdos menores quizás no hacía falta venir".
En rueda de prensa este viernes, subrayó que la reunión del Gobierno en la capital catalana "era para hacer grandes anuncios sobre Cataluña que tampoco han sucedido", ya que los recursos aprobados en infraestructuras son para obras ya previstas desde hace años.
Artadi criticó también que el Ejecutivo de Pedro Sánchez haya decidido
"unilateralmente" cambiar el nombre del Aeropuerto de Barcelona-El Prat por el de Josep Tarradellas, en honor al que fuera presidente catalán en el exilio durante el franquismo y primer presidente regional con la democracia.
"Venir a Barcelona para cambiar el nombre del aeropuerto (...) a lo mejor no hacía falta, con todo el costo que ha supuesto", cuestionó.
Por su parte, la portavoz del ejecutivo socialista, Isabel Celaá, valoró la cita como una muestra de "afecto". "Lo que hemos venido a hacer aquí es un acto de afecto, de aprecio a Cataluña" y Barcelona, dijo al concluir el consejo de ministros.
Sánchez quiso celebrar este consejo en Barcelona para rebajar tensiones con el ejecutivo regional catalán, en manos de los independentistas. El jueves mantuvo un encuentro con su jefe, Quim Torra, que según Celaá buscó "encauzar políticamente la salida del conflicto en Cataluña".
La acogida del independentismo fue hostil, con manifestaciones pacíficas pero también choques entre separatistas y policías que se saldaron con
doce detenidos y 51 heridos, 30 de ellos agentes, según las autoridades regionales.
El excepcional consejo se celebró en el palacio de la Llotja de Mar, cerca del litoral mediterráneo, y en él se aprobaron para 2019 dos medidas que serán adoptadas por decreto: un incremento del salario mínimo del 22%, y una subida de los sueldos de los funcionarios del 2,25%.
Críticas
El encuentro fue enérgicamente criticado por la oposición conservadora. Pablo Casado, líder del Partido Popular, dijo que "parecía una cumbre entre dos gobiernos de dos países distintos", y lo tachó de "acto de traición a España".
Meritxell Batet, ministra de Política Territorial, respondió a las críticas de la derecha afirmando que el derecho a la autodeterminación planteado por Torra "no existe". "No cabe en nuestro ordenamiento jurídico, además de no resolver el problema de fondo", apostilló.
A pie de calle, los ánimos también se volvían contra el ejecutivo independentista catalán por este diálogo que, según se anunció, continuará en enero con otra reunión.