La Primera Ministra, Theresa May, acudió hoy a una sesión del Parlamento británico para responder una ronda de preguntas por parte de los legisladores.
AFP/PRU
LONDRES.- El Parlamento británico aprobó hoy una enmienda que obliga al Gobierno a presentar un "plan B" del Brexit en tres días, si el acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea es rechazado el próximo martes.
La Cámara de lo Comunes votó, por 308 votos a favor y 297 en contra, la enmienda presentada por el diputado conservador Dominic Grieve, que recorta el tiempo de reacción del Ejecutivo de la Primera Ministra, Theresa May, si su pacto no pasa el trámite parlamentario la próxima semana.
Conforme al actual calendario, confirmado por el Ejecutivo,
el 15 de enero los diputados celebrarán la votación que debía haber tenido lugar a mediados de diciembre y en la que decidirán si apoyan o rechazan el texto que está actualmente sobre la mesa. En caso de que triunfara el 'no', el Gobierno debía haber tenido
21 días para reconducir su plan. En base a la nueva enmienda,
solo tendrán tres.
La aceptación de la iniciativa por parte del presidente de la Cámara, John Bercow, causó indignación entre algunos diputados conservadores, que alegaron que no hay precedentes sobre enmiendas a la agenda parlamentaria propuesta por el Gobierno.
Esta es la segunda gran derrota que vive May esta semana, luego de que el martes los legisladores aprobaran otra enmienda que limita el poder financiero del Gobierno en caso de que no haya acuerdo sobre el Brexit antes del 29 de marzo próximo, fecha estipulada para la salida británica definitiva del bloque.
Más garantías
Tras la votación de esta mañana, los legisladores comenzaron con el debate general sobre el acuerdo del Brexit sin perspectivas de que May logre la victoria el próximo martes. Así, cualquier movimiento estos días es clave de cara a dibujar el escenario político inmediato de Reino Unido.
El líder laborista, Jeremy Corbyn, confirmó este miércoles que planea presentar una moción de censura contra el Ejecutivo si el pacto es rechazado, en un intento por sacar a May del poder y convocar nuevas elecciones generales.
Por su parte, la Primera Ministra prometió hoy a los diputados que mantendrá nuevas conversaciones con la UE para lograr garantías adicionales y eliminar sus principales suspicacias, relacionadas a la frontera irlandesa y el denominado "backup" o salvaguarda.
Esta salvaguarda provoca resquemor, ya que implica que todo el
Reino Unido se mantendría en una unión aduanera común con la UE hasta que se llegue a un nuevo acuerdo comercial, a fin de evitar que se genere una aduana o 'frontera dura' entre Irlanda del Norte (territorio británico) y la República de Irlanda. El
Partido Unionista Democrático (DUP) de Irlanda del Norte, cuyo apoyo es clave para el sustento del Gobierno de May, ha condicionado su visto bueno al Tratado de Retirada a que se modifique el actual "backup".
Sin embargo, el ministro de la Oficina del Gabinete, David Lidington, insistió hoy que no habrá "acuerdos alternativos que de alguna manera vayan a salir de un guardaropa en Bruselas" y que "el acuerdo que hay sobre la mesa ha implicado concesiones difíciles de ambos lados".
Por parte de la UE, el vicepresidente de la Comisión Europea para el Empleo, el Crecimiento y la Inversión, Jyrki Katainen, insistió en que no habrá "renegociación" del acuerdo de salida, pero que sí están abiertos a "interpretar" el documento para impulsar su aprobación en el Parlamento británico.