Ante el agravamiento de la ola de violencia en la zona, el ex Presidente, Michel Temer, cedió al Ejército el control de la seguridad pública en Río.
El Mercurio (archivo)
RÍO DE JANEIRO.- Río de Janeiro, la ciudad más emblemática de Brasil y cuya seguridad pública estuvo controlada el año pasado por el Ejército ante la ola de violencia que la azota desde los Juegos Olímpicos, tuvo un 61% más de tiroteos durante 2018 que los registrados en 2017.
De acuerdo con el laboratorio de datos "Fogo Cruzado", una plataforma que ofrece un mapa de los enfrentamientos en la "cidade maravilhosa", durante 2018 se registraron 9.651 tiroteos en Río de Janeiro y su zona metropolitana.
Tras los Juegos Olímpicos de 2016, el estado de Río de Janeiro ha registrado una ola de violencia que, según datos del Instituto de Seguridad Pública, solo en 2017 dejó 6.731 muertos.
Para enfrentar la situación, el entonces Presidente,
Michel Temer, decretó en febrero del año pasado una intervención federal, medida que
cedió al Ejército el control de la seguridad pública de Río de Janeiro hasta diciembre.
Pese a que hubo una disminución en los robos callejeros y de los robos a vehículos de carga, de acuerdo con el Observatorio de la Intervención - ONG que realizó un monitoreo constante de la medida -, la militarización no resolvió los problemas estructurales de violencia en la región.
Además del incremento en el número de tiroteos, la organización señaló que entre febrero y diciembre de 2018 también aumentaron en un 40% las muertes de civiles en acciones policiales, mientras que los homicidios "apenas" se redujeron un 5,5%.
Los datos divulgados hoy por "Fogo Cruzado" refuerzan lo expresado por el Observatorio de la Intervención. Según esa plataforma, hubo un promedio de 26 tiroteos diarios y los meses en que más se presentaron intercambios de disparos fueron agosto (1.013), mayo (899), septiembre (883), octubre (840) y junio (836). En 2017, el promedio de tiroteos fue de 16 por día.
La ola de violencia que se vive en Río también azota a todo el país, donde según el último informe del Foro Brasileño de Seguridad Pública 63.880 personas fueron víctimas de muertes violentas en 2017.
