SANTIAGO.- En un clima de gran incertidumbre y sin ningún tipo de definición sobre lo que podría suceder en los próximos días en el país, los venezolanos amanecieron este jueves bajo la tensión del nuevo pulso político entre el Gobierno y la oposición.
Ello, luego de que ayer el diputado
Juan Guaidó fuera declarado como Presidente encargado en abierto desafío al Gobernante
Nicolás Maduro, quien hace dos semanas inició su segundo sexenio. Así, por tercera jornada consecutiva en Caracas se registraron diversas manifestaciones y disturbios. Según la ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, al menos
13 personas murieron en las protestas de los últimos dos días.
Mientras, la comunidad internacional se mantiene dividida sobre la postura que asumirá ante la decisión del jefe de la Asamblea Nacional y por los posibles escenarios que podrían darse, ya sea que incluyan una solución a la profunda crisis económica y humanitaria o que provoquen una situación de violencia aún peor.
Quiebre de las Fuerzas Armadas
La gran incógnita sobre lo que podría suceder en Venezuela está relacionada a la posible instalación de dos gobiernos paralelos. Para Juan Luis Modolell, académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado y ex decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, la situación actual implica un "choque" de dos poderes: uno militar y el otro jurídico. "Es una lucha entre lo que podríamos llamar 'la fuerza', que la tiene Maduro porque controla las Fuerzas Armadas, lo que se llama la violencia institucional (...) y por otro lado la razón jurídica, incluso ética y moral, que la representa Guaidó", aseguró en entrevista con Emol TV.
En ese sentido, según el académico venezolano, la clave del futuro del país está en lo que ocurrirá con los militares y si decidirán seguir respaldando al régimen chavista o dejarán que Guaidó continúe con sus intenciones de convocar a unas nuevas elecciones.
Los militares poseen un rol fundamental en el sustento de los gobiernos bolivarianos, pero es el núcleo de altos mandos el que se encuentra estrechamente vinculado al gobierno bolivariano. Según Modolell, los mandos medios de las Fuerzas Armadas no mantienen este tipo de lealtad y se encuentran, en su mayoría, descontentos con el actual gobierno. "Por eso Guaidó está ofreciendo amnistías, como una especie de puente, para que los grupos de factor militar puedan apoyarlo", analizó y agregó que el principal temor del Presidente Maduro es la división de las FF.AA. "El peligro es un enfrentamiento entre las tropas militares".
La presión internacional y los problemas diplomáticos
Tras la juramentación de Guaidó, diversos países como Estados Unidos, Canadá y la mayoría del Grupo de Lima lo reconocieron como líder. Según Madolell, esta presión internacional "seguirá creciendo" y tendrá una influencia real en los próximos acontecimientos que ocurran en el país, aún cuando potencias como Rusia y China decidieron mantener el respaldo a Maduro.
La relación más importante que queda en vilo es la que tiene con EE.UU., con quien Venezuela mantenía una importante relación comercial histórica. Maduro decidió este miércoles, tras las declaraciones de Guaidó, cortar relaciones con Washington y dio 72 horas a los diplomáticos estadounidenses en el país para salir de él. La Casa Blanca se ha negado a hacer caso a estas órdenes.
¿Qué podría pasar entonces? Diosdado Cabello, mano derecha de Maduro y máximo representante de la ANC, ha amenazado con que "a lo mejor se va la luz en ese sector, no llega el gas" a la embajada de EE.UU. en Caracas. Para Madolell, ello da señales de que lo más probable es que los funcionarios no sean expulsados. "Eso significa: 'mire, no los vamos a sacar por la fuerza pero sí les vamos a hacer la vida más incómoda'. Si los sacan por las fuerzas, eso puede generar un conflicto diplomático muy importante y no sé hasta qué punto el Gobierno es capaz de enfrentar a EE.UU. de forma directa", aseguró.
Sobre lo que sí advierte el analista es que podrían surgir algunos problemas inéditos, si es que los países que no reconocen al líder bolivariano como Presidente – entre ellos Chile – dejan de considerar válidas, por ende, a las autoridades diplomáticas de su gobierno. Si ello ocurre, y de seguir el trascurso de las cosas como hasta ahora, el siguiente paso sería que Guaidó nombre a nuevos representantes venezolanos.
"Se plantea un conflicto, hay uno del régimen anterior, está este nuevo, y se genera un entorno de violencia (…) plantea todo un enredo no solo jurídico sino fáctico, es decir, quién queda y quién emite los actos válidos: si yo soy venezolano y necesito que me prorroguen el pasaporte, entonces quién lo firma", enfatizó.
Manifestaciones, Guaidó y la inmigración
En lo que respecta a la situación interna, Madolell pronostica que las manifestaciones continuarán. Según dice, "el venezolano ya no tiene miedo porque no tiene nada que perder. Es como 'ya estamos tan mal que no nos importa lo que nos pase'", aseveró y añadió que Maduro ha perdido la adherencia que tenía sobre la población más vulnerable. "Que sean esos barrios populares los que llevan la voz cantante en las manifestaciones es algo muy emblemático".
En el caso de Guaidó, el experto dice que podría ser detenido por orden del Ejecutivo, aunque ello solo agravaría el problema. "El Gobierno ha demostrado que si quiere llevar a la cárcel a alguien lo hace sin ningún tipo de escrúpulos (…) (pero)
tendría que estar muy seguro de que va a salir triunfante. Y yo creo que ni siquiera el Gobierno está seguro de eso", sentenció.
Por último, uno de los temas más relevantes y que plantea incertidumbre en la población, nacional e internacional, es qué podría pasar con la salida masiva de venezolanos del país generada por la crisis marcada especialmente por el desabastecimiento de comida y medicamentos. "Los venezolanos están claros de que no hay solución mágica y que es un proceso lento y que la reconstrucción del país va a ser muy complicada. En la medida en que eso no se termine de solucionar, la gente va a seguir saliendo o no va a regresar. Cuando haya cierta esperanza, cierta estabilidad, yo creo que parará el flujo", afirmó el académico.
Lo que sí prevé con optimismo es que las posibilidades de acción del gobierno bolivariano son cada vez menos y que esta es la gran oportunidad de la oposición para actuar. "Se le está achicando mucho el margen de maniobra (a Maduro), en la medida en que tenga margen de maniobra va a seguir en el poder y los militares lo van a mantener. Pero a medida que eso se achique, va a terminarse su tiempo", sentenció.