VATICANO.- Es un problema que "viene de lejos", sostuvo hoy el Papa Francisco tras reconocer que efectivamente, dentro del pasado y presente de la Iglesia católica,
han existido diversos abusos a monjas perpetrados por sacerdotes y obispos.
En medio de una conferencia de prensa que dio a bordo del avión que lo trajo de regreso a Roma tras su viaje por Emiratos Árabes Unidos, Francisco admitió la existencia del problema, el cual, dijo, continúa vigente. "Es cierto, es un problema", señaló el Sumo Pontífice según consignó el servicio de información del Vaticano, "Vatican News".
Esto, a raíz de una publicación del suplemento femenino del diario vaticano "L'Osservatore Romano", el cual dedicó su número de febrero al caso de los abusos sexuales y de poder contra religiosas. Por ello, su directora, Lucetta Scaraffia, pidió a la Iglesia no ignorar esta situación de opresión hacia la mujer.
"Dentro de la Iglesia ha habido clérigos que han hecho esto (...). Ha habido sacerdotes y también obispos que han hecho esto", señaló el Papa, y añadió que "yo creo que todavía se hace. No es que se acabe cuando te das cuenta. La cosa sigue adelante así".
Seguido de ello, el máximo líder de la Iglesia comentó que "el maltrato de las mujeres es un problema" que también ocurre fuera de la Iglesia. "La humanidad todavía no ha madurado", afirmó, y es que, a su juicio, aún se considera a la mujer como "de segunda clase".
Por lo mismo, el Papa aseguró que se está trabajando "desde hace tiempo" para buscar soluciones a estos abusos dentro de la institución religiosa, medidas que han contemplado la expulsión de algunos clérigos y el cierre de una congregaciones de religiosas "relacionadas con este fenómeno".
"¿Hay que hacer algo más? Sí ¿Tenemos la voluntad? Sí. Pero es un camino que viene recorriéndose desde hace tiempo", señaló, para después aludir a la labor de su predecesor, el Papa emérito Benedicto XVI en este tema.
"El Papa Benedicto tuvo la valentía de clausurar una congregación femenina que tenía cierto nivel, porque había entrado en esta esclavitud, incluso sexual, por parte de clérigos o por parte del fundador. A veces, cuando el fundador les quita la libertad a las monjas, puede llegar a esto", apuntó.
Finalmente, Francisco comentó que "el folclor" a menudo presenta a Ratzinger como "débil" pero aseguró que no es así: "Es un hombre bueno, un pedazo de pan es más malo que él, pero es un hombre fuerte". Y concluyó insistiendo en su deseo de seguir luchando contra los abusos a monjas: "Yo quiero seguir adelante. Hay casos. Estamos trabajando".
