Como es usual, tanto el Presidente de EE.UU. como su entorno asisten a la ceremonia con invitados especiales, muchas veces con la intención de reforzar su discurso en algún tema específico.
Así fue como la primera dama, Melania Trump, invitó al pequeño Joshua Trump, un niño de 11 años que sufre bullying en su colegio por apellidarse igual que el Mandatario.
Pero, quizás por la hora o el cansancio, Joshua no aguantó y se quedó dormido en pleno discurso, a vista y paciencia de todos los presentes.
Al igual que el año pasado, las legisladoras del Partido Demócrata se pusieron de acuerdo para ir vestidas de un mismo color. Si en 2018 fueron de negro en apoyo a la campaña "Me Too", el martes decidieron vestir de blanco, en referencia al color que representó a los movimientos sufragistas de principios del siglo XX.
Según explicó Brenda Lawence, del Grupo de Mujeres Trabajadoras Demócratas, "aunque esta administración le ha cerrado sus ojos a las mujeres, nosotras haremos que nos vean".
Puede ser coincidencia o una señal política, pero ya es segunda vez que la primera dama, Melania Trump, viste de forma absolutamente opuesta a las representantes demócratas.
Si en 2018 vistió de un perfecto blanco mientras la oposición lucía un negro entero, este año Trump decidió elegir ese color, contrastando con el blanco usado por las parlamentarias.
Ubicada atrás de Trump en la ceremonia, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también fue protagonista anoche, principalmente por sus diversas reacciones durante el discurso del Mandatario.
Así, la legisladora no dudó en calificar de "vergüenza" los anuncios de Trump en materia penal o en mostrar un rostro de disgusto cuando se refirió a la migración y su afán de construir un muro fronterizo.
Pero sin duda lo que marcó la participación de Pelosi el martes fue su aplauso dirigido a al Mandatario cuando éste habló de la necesidad de trabajar en conjunto y cooperativamente.
Jakelin Caal era una niña guatemalteca de siete años que murió en un hospital estadounidense después de que fuera detenida junto a su padre cuando intentaban cruzar la frontera. Su caso hizo reflotar el debate sobre el actuar del Gobierno de Trump en esta materia, muy criticado por la oposición.
De esta manera, un grupo de demócratas liderados por la congresista Alexandria Ocasio-Cortez lucieron en sus atuendos una chapita con la cara de la pequeña Jakelin.
Se esperaba que el discurso de Trump tuviera reacciones absolutamente opuestas entre los presentes. Y esa fue la tónica anoche. Por un lado, los republicanos aplaudieron a rabiar los anuncios del Mandatario, parándose de su asiento muchísimas veces, ante la mirada atónita de los demócratas.
El único momento de unidad fue cuando el Presidente destacó la gran presencia femenina en el Poder Legislativo, lo que desató el aplauso de todo el Congreso, mientras los presentes coreaban al unísono "USA".