SAO PAULO.- Los abogados de la defensa del ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, condenado este miércoles por segunda vez por delitos de corrupción y lavado de dinero, anunciaron que apelarán en instancias superiores y calificaron la sentencia como "absurda" y una "persecución política" contra el ex Mandatario.
Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, sufrió un nuevo revés judicial tras la condena en primera instancia dictada este miércoles por la magistrada federal Gabriela Hardt, que consideró que Lula se benefició de las reformas en una casa de campo en Atibaia, en el interior de Sao Paulo.
El abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, expresó que la decisión "atenta contra los más básicos parámetros jurídicos" y "refuerza el uso perverso de las leyes y procedimientos jurídicos" para "fines de persecución política".
"La Justicia Federal de Curitiba atribuyó una responsabilidad criminal al ex Presidente teniendo como base una acusación que involucra a un inmueble del que él (Lula) no es el propietario", afirmó Zanin en un comunicado.
Asimismo, el abogado consideró que la decisión de la jueza rechazó "las pruebas de inocencia" presentadas por la defensa de Lula y, a su juicio, le fue aplicada al ex Presidente "una pena fuera de cualquier parámetro" respecto a las aplicadas en el marco de la operación Lava Jato, la mayor investigación anticorrupción de la historia de Brasil.
Según Zanin, a lo largo del proceso judicial ocurrieron "groseras violaciones de las garantías fundamentales" de Lula, que fueron "demostradas" al Comité de Derechos Humanos de la ONU e incluyen la "ausencia de un juicio justo, imparcial e independiente".
Añadió que "el contenido de la sentencia condenatoria proferida" será encaminado a dicho Comité, que, según el abogado, "podrá juzgar el comunicado aún este año" y "eventualmente auxiliar el país a restablecer los derechos de Lula".
La condena de este miércoles es la segunda dictada en menos de dos años contra el ex Presidente, quien tiene un total de ocho causas penales abiertas en la Justicia, todas ellas relacionadas con asuntos de corrupción.
La primera sentencia contra Lula fue dictada en julio de 2017 por el juez Sergio Moro, quien abandonó la magistratura el pasado año para asumir en enero como ministro de Justicia y Seguridad Pública del Gobierno de Jair Bolsonaro.
Dicha pena fue ratificada en enero de 2018 por un tribunal de segunda instancia y, dos meses y medio después, Lula entró en la cárcel para cumplir una condena de 12 años y un mes, la cual purga en la sede de la Policía Federal de la ciudad de Curitiba (sur).
El ex Presidente niega todas las acusaciones y asegura ser víctima de una "persecución judicial y política" que, principalmente, busca impedir su vuelta al poder.
