Cachemira -Kashmir como también se le nombra- consta de una población cercana a las 13 millones de personas y agrupa a pakistaníes, indios y una minoría china.
Reuters
SANTIAGO.- Al menos 40 policías muertos fue el último saldo que dejó un nuevo atentado en Cachemira, la región compartida por India y Pakistán. Las pérdidas humanas registradas este viernes se suman a las miles que ha dejado una de las fronteras más peligrosas del mundo.
El ataque producido es el más importante desde hace dos décadas. Así lo hicieron saber las autoridades indias al asegurar que buscarán "el completo aislamiento de Pakistán en la comunidad internacional", ya que culpan a sus vecinos de estar al tanto de este trágico hecho, agregando que tienen "pruebas indiscutibles" de su implicancia.
Sin embargo, la disputa entre estos países ya cumple 72 años y radica en que la región es gobernada de forma tripartita, ya que India controla la parte central y meridional; Pakistán la noroccidental y también se encuentra China que ocupa la nororiental.
La primera de ellas es de las más complejas, ya que el 60% de su población es musulmana, o sea, es el único lugar en ese país en que aquella religión supera al hinduismo, según indica la BBC en 2016. A raíz de esto, muchos de sus habitantes no se sienten afines a las políticas locales y muchos piden la independencia de la zona.
¿A qué se debe este conflicto?
Todo comenzó cuando en 1947 las dos naciones enfrentadas obtuvieron su independencia del Reino Unido. Lo que en un comienzo fue un motivo de celebración, se convirtió en un dolor de cabeza que se refleja en la actualidad.
El espíritu secesionista se vio opacado por los problemas que implica conformar dos nuevos países de territorios muy grandes -cerca de 4 mil millones de kilómetros cuadrados en conjunto-y credos distintos como lo son el musulmán y el hinduismo. Estos conflictos se vieron reflejados con propiedad en Cachemira.
El trasfondo surgió cuando en la doble independencia el maharaja - gobernante - de la región, Hari Singh, decidió que Cachemira sería parte de la Unión india, ya que quería mantener la soberanía de esta zona, haciendo caso omiso a la Ley de Independencia de India que permitía a la región incorporarse al país que desearan. Por ello, se decidió en 1948 que su soberanía estaría dividida.
Esto último trajo graves consecuencias, reflejado en varios conflictos bélicos. El primero de ellos a dos años de la anexión a la India y la más importante en 1998 cuando India y Pakistán pudieron llegar a una confrontación nuclear.
¿Fin al conflicto?
Desde entonces, se ha buscado firmar la paz de reiteradas formas y uno de esos intentos se reflejó en 2003 cuando acordaron el cese del fuego, en una región que consta de miles de militares desplegados.
En ese momento, Pakistán se comprometió a dejar de financiar a grupos insurgentes e India ofreció la amnistía si cumplían con lo pactado, aunque el reciente hecho puede poner en entredicho las propuestas que han manifestado con el tiempo.
El año pasado el ex Alto Comisionada de los DD.HH. de la ONU, Zeid Ra’ad Al Hussein, se mostró preocupado por los conflictos en la zona y los crímenes cometidos.
"(Cachemira) no es un conflicto congelado en el tiempo. Es un conflicto que ha privado a millones de personas en sus derechos básicos y continúa hasta hoy causando un sufrimiento incalculable"
Zeid Ra’ad Al Hussein, ex Alto Comisionado de los DD.HH. de la ONU
"Las dimensiones políticas de la contienda entre la India y Pakistán han sido el foco de atención durante mucho tiempo, pero esto no es un conflicto congelado en el tiempo. Es un conflicto que ha privado a millones de personas en sus derechos básicos y continúa hasta hoy causando un sufrimiento incalculable", comunicó, haciendo mención a los 145 civiles muertos entre 2016 y 2018, a las desapariciones forzadas, fosas clandestinas y violaciones contra mujeres.
Según cifras oficiales de las autoridades de India, desde 1990 hasta 2011 se registraron 43.460 víctimas fatales en la región por la confrontación con Pakistán.
De todos modos, las muertes no han dejado de suceder y aunque el Gobierno paquistaní negó ser parte del atentado, que fue reinvindicado por el grupo terrorista Jaish-e-Mohammad, se prevé que tomará bastante tiempo lograr una solución final.