LONDRES.- La Primera Ministra británica, Theresa May, anunció este martes a los diputados que dejará en sus manos la decisión de aplazar la fecha del Brexit por "un período corto y limitado".
Según explicó la gobernante, los diputados podrán votar sobre un posible aplazamiento del Brexit si el pacto negociado entre Londres y Bruselas es rechazado nuevamente por el Parlamento el 12 de marzo.
En una declaración en la Cámara de los Comunes, May señaló que en ese caso, los parlamentarios tendrán la segunda opción de votar 13 de marzo sobre si quieren o no un Brexit sin pacto el 29 de marzo, día fijado originalmente para el divorcio.
Si esta opción no prospera, solo entonces la Cámara baja podrá votar sobre si retrasa la salida del Reino Unido de la UE. Ello implicaría ampliar la validez del Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que fija el plazo de negociación para la salida de un Estado comunitario del bloque europeo.
"Reino Unido solo se irá sin un acuerdo el 29 de marzo si hay un consentimiento explícito en la Cámara de los Comunes en ese sentido", dijo al Parlamento.
May reiteró que se oponía personalmente a ese aplazamiento y destacó que de todos modos
no puede ir más allá de junio ya que, en el caso contrario, el Reino Unido tendría que participar en las elecciones para el parlamento europeo previstas para fines de mayo.
A solo un mes de que se cumpla el plazo original para la salida británica del bloque, las presiones sobre la "premier" son cada vez más intensas.
La Primera Ministra postergó para antes del 12 de marzo la votación en el Parlamento sobre el acuerdo del Brexit prevista inicialmente para esta semana. Su idea es contar con más tiempo para intentar renegociar el texto con Bruselas, antes de la fecha límite, y así garantizar un divorcio ordenado.
Sin embargo, luego que en enero pasado los legisladores decidieran rechazarlo, la posibilidad de que se lleve a cabo una
salida caótica está cada vez más latente.
Ante ello, tanto los legisladores británicos, que se niegan a aceptar las crudas consecuencias que traería un Brexit sin acuerdo, como la propia UE, han abogado para que el Gobierno aplace la ruptura de la membresía comunitaria. Pero May se había resistido a esta posibilidad.
Los últimos en sumarte a dicha presión fueron los secretarios de Estado de Industria, Richard Harrington; Digital, Margot James; y Energía, Claire Perry, quienes este martes advirtieron a la jefa de gobierno que si no se comprometía a prorrogar el artículo 50 en caso de no lograr un consenso sobre el pacto de salida, ellos dimitirían.
Por su parte, el Partido Laborista ha anunciado que aceptará impulsar o respaldar una moción para la realización de un segundo referéndum de salida - tras el de 2016 - en la votación de enmiendas sobre el Brexit que se llevará a cabo este miércoles en el Parlamento.