GINEBRA.- El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, abogó este miércoles en la ONU por una reunión entre el Presidente de su país, Nicolás Maduro, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, para ayudar a buscar una salida a la crisis venezolana.
"Volvemos a plantear el camino del diálogo", dijo Arreaza en su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Según dijo, la idea de esta conversación sería poder hallar un acuerdo ante la crisis venezolana, que se ha profundizado desde la proclamación del líder opositor y presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, como Presidente interino del país.
"Estamos pidiendo un diálogo, un diálogo con los Estados Unidos,
¿por qué no entre los presidentes Maduro y Trump? ¿Por qué no podrían reunirse para tratar de encontrar un terreno en común y explicar sus diferencias?", sostuvo el canciller.
Sin embargo, gran parte de su discurso ante el máximo organismo de derechos humanos de la ONU lo dedicó a denunciar lo que ha calificado de "agresión" de Estados Unidos en contra de su país.
Sus palabras surgen luego de que este martes se llevara a cabo una sesión extraordinaria en el Consejo de Seguridad de la ONU, convocada por EE.UU., para plantear el conflicto que se vive en Venezuela. Una cita de la cual también participó el propio Arreaza.
Pero además, ocurren después de los sucesos de violencia ocurridos durante el fin de semana pasado, a raíz del intento frustrado del ingreso de ayuda humanitaria por parte de Guaidó y sus aliados al país.
Boicot en el consejo
Poco antes de la intervención de Arreaza, una veintena de representantes de gobiernos que se encontraban en la cita en Ginebra, decidieron abandonar la sala apenas el canciller ingresó a ella.
La acción fue coordinada previamente por los países del llamado Grupo de Lima, que han reconocido a Guaidó como Mandatario encargado hasta la realización de elecciones.
La acción fue secundada por la Unión Europea, que en lugar de abandonar la sala optó por rebajar el nivel de su representación diplomática durante la intervención de Arreaza.
