SANTIAGO.- Cuando se esperaba con expectación la segunda jornada de la nueva cumbre entre el líder de Corea del Norte,
Kim Jong-un, y el Presidente de EE.UU.,
Donald Trump, todo se vino abajo. La reunión terminó en fracaso por, según el Mandatario norteamericano, la petición del país asiático de poner fin a las sanciones económicas que pesan sobre ellos.
Se sabía de antemano que Kim buscaba llegar a un consenso en este punto, pero EE.UU. también esperaba de su parte un gesto, centrado en un plan para desnuclearizar esta zona conflictiva y, por qué no, en intentar un acuerdo de paz para frenar los embates de ambos desde 1950, cuando se enfrentaron las dos Coreas.
Los castigos impuestos por Washington, que también se han sumado a los de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), datan desde hace tiempo y se caracterizan por su componente económico que buscan aislar al país asiático del mundo tras las innumerables acusaciones contra el Gobierno de Kim.
Casi 70 años de sanciones
Según consigna el sitio Council on Foreign Relations, las sanciones que Estados Unidos ha impuesto sobre Corea del Norte son de un talante mayor que las de las ONU -que se centran por sobre todo en lo económico- ya que responden al avance nuclear y armamentista de Pyongyang.
Al mismo tiempo, aluden a varios otros asuntos, como el ataque cibernético registrado en 2014, cuando un virus bloqueó a más de 200 mil computadores empresariales; además de acusaciones como violaciones contra los derechos humanos, censura y lavado de dinero, entre otras.
Ante esto, EE.UU. respondió sancionando a bancos, compañías y particulares que estén fuera de Corea del Norte y que apoyan su causa armada.
A pesar de que Washington ha intentado levantar estos castigos, éstos permanecen debido a que el Gobierno de Kim no ha hecho caso a las peticiones de un desarme nuclear.
Las imposiciones económicas más antiguas datan de 1950, cuando EE.UU. decretó el embargo total a las exportaciones a Corea del Norte, pero desde que Donald Trump comenzó su presidencia autorizó al Departamento del Tesoro el bloqueo de su sistema financiero a cualquier empresa o persona que facilite el comercio con el país asiático, esto con la consigna de poner presión sobre Norcorea.
Las sanciones son innumerables, pero entre las más recientes se puede mencionar la de septiembre de 2017, cuando EE.UU. cortó relaciones económicas y amenazó con congelar los activos de cualquiera que haga un intercambio comercial, de cualquier tipo con Corea del Norte; lo que se suma a la prohibición de 180 días que tiene un avión o barco para ingresar a territorio norteamericano, luego de su estancia en territorio norcoreano, afectando a más de 50 empresas navieras.
Este nuevo cúmulo de sanciones fueron consideradas por Trump como las "más severas que se hayan impuesto a un país", enfocadas en reducir las fuentes de ingresos norcoreanas y el abastecimiento de petróleo.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, fue enfático al señalar que "las instituciones financieras extranjeras ahora están informadas de que en el futuro pueden elegir hacer negocios con Estados Unidos o Corea del Norte, pero no con ambos".
Desde 1988, Estados Unidos ha considerado al país asiático como promotor del terrorismo, al igual que ha condenado todos los actos de tortura, ejecuciones y trabajo forzado. Sobre este punto Washington también ha actuado sancionando a varias personas y entidades, como los miembros del comando militar Jo Kyong-Chol y Sin Yonh Il, entre otros.
Trump aseguró que Kim buscaba deponer todas estas sanciones y, seguramente, tras su negativa y el abrupto fin de la cumbre, las relaciones se alejarán por un tiempo, hasta que un nuevo diálogo sea anunciado.