El Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, se refirió a un caso ocurrido en 2016 donde los jóvenes fueron secuestrados por agentes de Policía.
Reuters
MADRID.- El Gobierno del estado mexicano de Veracruz se disculpó públicamente este lunes a los familiares de cinco jóvenes que fueron asesinados en 2016 tras ser secuestrados por agentes de Policía para luego entregarlos a presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación, según informó el "El Universal".
El gobernador del estado mexicano de Veracruz, Cuitláhuac García, reconoció la responsabilidad del Gobierno y aseguró que el caso ayudará a resolver otros similares.
"Les ofrezco una disculpa pública por el sufrimiento que vivieron sus hijos y por la impunidad a la que se enfrentaron", recalcó García.
Antes de la disculpa pública, las familias afirmaron este domingo que se trataba de la primera vez que las autoridades reconocían que sus hijos eran inocentes y no delincuentes como los señalaron cuando ocurrieron los hechos, en un intento por cerrar el caso.
El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de la Gobernación, Alejandro Encinas, agregó que desde el Gobierno Federal se impulsará una investigación del caso.
"Las disculpas públicas no son suficientes, pero son un primer paso para hacer justicia", ha destacado. "En representación del Gobierno de México, asumo con una profunda responsabilidad que el agravio de ustedes alcance la justicia y el acto de no repetición", añadió.
Hasta el momento se ha detenido a 21 personas, ocho de ellos agentes de Policía como presuntos autores materiales. Los familiares han pedido que se amplíen las pesquisas para que se incluya a altos mandos de seguridad estatal.
Las víctimas, cuatro jóvenes y una adolescente, volvían de un viaje cuando fueron interceptados por la Policía de Veracruz. Más tarde fueron entregados a miembros del cártel, que les asesinaron y quemaron, según las autoridades.
El caso recuerda a la desaparición de 43 estudiantes en 2014 que fueron secuestrados por policías locales, del estado mexicano de Guerrero, y luego entregados a criminales. Hasta ahora se desconoce su paradero.