MADRID-. El ministro de Salud de Túnez, Abderrauf Cherif, presentó hace unas horas su dimisión tras conocerse que once recién nacidos fallecieron por una posible infección sanguínea en un hospital de la capital del país.
Tanto dicha cartera, como la Fiscalía, están analizando de urgencia las circunstancias que rodean las muertes de los bebés. De momento, aunque no está confirmado, se apunta a un "shock séptico" derivado de una infección sanguínea.
Todos los bebés murieron en el mismo lugar, el Centro de Maternidad y Neonatología del hospital de Rabta, entre el jueves y el viernes.
Así también, el ministerio extendió sus condolencias a las familias de las víctimas, destacando "su preocupación constante por brindar toda la atención a los pacientes en los hospitales públicos".
Por su parte, los sindicatos tunecinos exigen el esclarecimiento inmediato de los decesos y la publicación íntegra de los resultados de las investigaciones.
El vocero del Tribunal de Primera Instancia de Túnez, Sofiene Sliti, confirmó que el juez de instrucción ha visitado el lugar acompañado por el representante del fiscal para determinar las circunstancias de los hechos.