La concejala brasileña Marielle Franco, del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y que se había convertido en una dura crítica de la intervención del Ejército en la seguridad de Río de Janeiro, fue asesinada a balazos ese día en el centro de la ciudad, junto a su conductor Anderson Gomes.
El entonces presidente de Brasil, Michel Temer, calificó de "extrema cobardía" el asesinato y ofreció el apoyo de la Policía Federal en las investigaciones.
La ONU expresó su consternación por el asesinato de Franco, quien se había convertido en una de las voces más críticas a la intervención del Ejército para combatir la ola de violencia en Río de Janeiro.
El ministro de Seguridad Pública de Brasil, Raúl Jungmann, afirmó que las balas que mataron a la concejala, cuyo asesinato provocó conmoción nacional y tuvo una gran repercusión, fueron robadas hace unos años a la Policía Federal.
"Marielle presente" gritaron miles de personas durante una marcha convocada en la favela carioca de Maré, donde nació Franco, en homenaje a la memoria de la concejala y en demanda de castigo a los culpables.
El papa Francisco habló por teléfono con la madre de Marielle Franco.
Un juez brasileño ordenó a Facebook retirar, en un plazo de 24 horas, todas las publicaciones "con informaciones falsas" sobre Marielle Franco.
Amnistía Internacional (AI) pidió a las autoridades brasileñas "dar prioridad" a la resolución de los asesinatos a tiros de la concejala y de su conductor.
El Gobierno brasileño ve "muy probable" que milicias de Río, integradas por ex policías o agentes en activo corruptos, sean las autoras del asesinato de la concejala.
Un testigo que trabajó para un grupo paramilitar declaró ante la Policía brasileña que un edil y un miliciano planearon el asesinato de la concejala.
La Premio Nobel Malala Yousafzai, quien visitó Brasil en 2018, se convirtió en grafitera al plasmar en un muro de la favela Tavares Bastos, en la zona sur de Río de Janeiro, el rostro de Franco.
Las autoridades capturaron a un ex policía acusado de ser uno de los hombres que estaba en el vehículo desde el que dispararon contra la concejala.
La activista Mónica Benicio, viuda de Franco, denunció que ha sido víctima de amenazas y dijo que ha pedido "protección" a las autoridades nacionales e internacionales.
El asesinato de la concejala pudo haber tenido una motivación política, según el Ejecutivo brasileño.
Un total de 1.000 placas conmemorativas de Franco se repartieron entre los miles de simpatizantes que se acercaron a la céntrica plaza de Cinelandia, quienes recordaron y reivindicaron la figura de la política de cuyo asesinato se cumplieron siete meses.
La Policía Federal de Brasil abrió una investigación para saber si un grupo criminal, compuesto por agentes públicos y milicianos, está impidiendo que se resuelva el caso.
El ministro de Seguridad Pública de Brasil, Raúl Jungmann, afirmó que está seguro de que "políticos poderosos", agentes públicos y milicianos están involucrados en el asesinato de la concejala y son ellos los que han impedido su resolución.
La escuela de samba Mangueira realizó un gran homenaje a Franco durante el Carnaval de Río, incluyendo la participación de su viuda, Mónica Benicio. La "escola" fue premiada como la mejor de este año.
Dos policías son capturados en Río de Janeiro como sospechosos del asesinato de la concejala.