La Policía antiterrorista de Australia realizó hoy registros en dos viviendas de la costa este de este país, en apoyo a las investigaciones en Nueva Zelanda, por el ataque perpetrado a dos mezquitas el viernes pasado y que dejó 50 muertos.
"El objetivo principal de la actividad es obtener formalmente material que pueda asistir a la Policía de Nueva Zelanda en sus investigaciones", explicó en un comunicado la Policía Federal Australiana.
El presunto autor del ataque armado a las mezquitas de Al Noor y Linwood, en la ciudad de Christchurch, es el australiano Brenton Tarrant, de 28 años de edad, procedente de la localidad de Grafton, en la costa nororiental de Nueva Gales del Sur.
Los registros policiales se realizaron en la localidad costera de Sandy Beach, a unos 67 kilómetros al sur de Grafton, y en la de Lawrence, a unos 46 kilómetros de la ciudad de la que es originario Tarrant.
Se cree que la primera vivienda pertenece a la hermana de Tarrant, según el canal 9 de la televisión australiana. "La familia del hombre australiano detenido en Christchurch continúa cooperando con las investigaciones", explicó la Policía.
El tío y la abuela de Tarrant, lamentaron los hechos atribuidos al ex entrenador físico de 28 años, quien transmitió en vivo el ataque a una de las mezquitas durante 17 minutos mostrando imágenes de cómo disparaba a quemarropa contra civiles inocentes. "Lamentamos mucho por las familias de los fallecidos y los heridos. No puedo pensar en nadie que esté más destrozada que ellos en este mundo", expresaron.
En Christchurch, las familias de los fallecidos se preparan para poder enterrar lo más pronto posible a sus seres queridos, mientras 34 heridos siguen internados, entre ellos 12 en estado crítico. El portal de noticias Stuff informó que un coche fúnebre dejó el hospital de Christchurch esta mañana, lo que al parecer sería el primer cuerpo entregado a las familias.
Por su lado, la Primera Ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, firmó el libro nacional de condolencias en el Parlamento de Wellington junto a la gobernadora general del país, Patsy Reddy. La autoridad y su Gabinete tiene que recibir un informe del ataque y abordar diversas políticas de seguridad, entre ellas una reforma a la ley de armas.