Rusia conmemora este lunes, con espectáculos, conciertos y talleres culinarios y la presencia del presidente Vladimir Putin, el quinto aniversario de la anexión de la península de Crimea, condenada por Ucrania y la comunidad internacional pero saludada por una mayoría de los rusos.
El Mandatario participará en las celebraciones en la península, situada en el mar Negro, donde inaugurará una nueva central eléctrica, anunció el Kremlin.
El 18 de marzo fue proclamado en todo el territorio ruso
"Fiesta de la Reunificación entre Crimea y Rusia".
"Es una fecha muy importante para todos los rusos", destacó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Las autoridades de la ciudad de Moscú planificaron un festival callejero bautizado "Primavera de Crimea" que incluirá conciertos de jazz, talleres de cocina y una muestra de fotografía a solo unos pasos del Kremlin.
También se espera que hasta 10.000 personas participen el lunes en un flashmob en la región de Moscú al ritmo del "Vals de Sebastopol", una popular canción soviética de 1955 sobre esta ciudad portuaria de Crimea donde está la base de la flota de la marina rusa en el mar Negro.
En Yalta, estación balnearia de Crimea, está previsto que unas 2.000 personas participen en otro flashmob para recrear la bandera rusa.
Cuestión solucionada
"Para nosotros, la cuestión de Crimea está solucionada definitivamente", dijo la portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, María Zajárova, días antes del aniversario.
"La reunificación con Rusia fue resultado de la libre voluntad de los ciudadanos de la península en referéndum", añadió.
Durante la época soviética, a Rusia se le retiró la administración de Crimea, de mayoría rusófona, para concedérsela a Ucrania.
El 18 de marzo de 2014, el presidente ruso y los dirigentes de Crimea firmaron un tratado sobre la "reincorporación" de esta península ucraniana a Rusia, dos días después de un referéndum no reconocido por la comunidad internacional.
La mayoría de la población de Crimea votó a favor de unirse a Rusia.
Por su parte, Ucrania y gran parte de la comunidad internacional lo consideraron una violación del derecho internacional.
La semana pasada, EE.UU., Canadá y la Unión Europea impusieron nuevas sanciones a más de una decena de funcionarios y empresas rusas en respuesta a la "agresión continua" de Moscú en Ucrania.
Pero Putin, cuyo nivel de popularidad se disparó tras la anexión de Crimea, ha rechazado en varias ocasiones toda posibilidad de devolvérsela a Ucrania.