La policía brasileña detuvo este martes a un adolescente sospechoso de haber participado en la planificación de la matanza de ocho personas realizada la semana pasada por dos ex alumnos de un colegio del estado de Sao Paulo, que posteriormente se suicidaron.
El joven de 17 años, ex compañero de clase de uno de los asesinos, fue detenido de manera provisional -con un plazo máximo de 45 días- por orden de una jueza de Suzano, la localidad donde ocurrió la tragedia, informó la estatal Agencia Brasil.
Imágenes de televisión mostraron el momento en el que el joven, con el rostro cubierto por una polera negra, era detenido por agentes de la Policía Civil de Sao Paulo en su casa.
El pasado viernes, dos días después de la matanza, el menor se había presentado ante la justicia a pedido de la policía, pero fue liberado tras negar su participación en la masacre.
Sin embargo, nuevas indagatorias hechas en su casa, así como el análisis de su celular y el de los dos asesinos, condujeron a su detención, ya que los tres compartían mensajes relacionados al ataque.
Los autores, dos ex alumnos del colegio Raul Brasil de 17 y 25 años, planificaron la masacre al menos desde noviembre y este tercer sospechoso habría colaborado incluso en la compra por internet de artefactos utilizados durante el crimen, según las primeras investigaciones.
También, al ingresar en su domicilio, la policía encontró unas botas muy parecidas a las que ocuparon los autores del hecho armado.
Asimismo, según G1, se sumaron las declaraciones de una profesora del adolescente arrestado, ya que en una ocasión él "de forma fría, sin expresar ningún sentimiento, respondió que su mayor sueño era entrar en una escuela armado y disparar a varias personas al azar".
Armados con un revólver calibre 38, un hacha, bombas molotov y una ballesta o un arco con flechas, los asesinos entraron sobre las 09:45 de la mañana del miércoles 13 en la que había sido su escuela y asesinaron a cinco alumnos de 15 a 17 años, además de dos funcionarias, suicidándose después.
Antes de entrar al colegio ya habían herido de muerte al tío de uno de ellos, propietario de un local de lavado de autos ubicado cerca de la escuela.
Además de los ocho fallecidos, el ataque dejó once heridos, ocho de los cuales permanecen hospitalizados.
A pesar de ser uno de los países más violentos del mundo, este tipo de ataques es excepcional en Brasil, que debate si la matanza pudo ser influenciada por imágenes de tiroteos en colegios y universidades de Estados Unidos. Otros comentaristas cuestionaron la prédica a favor del porte de armas del Presidente Jair Bolsonaro, que flexibilizó recientemente su tenencia.