Nueva Zelanda recordó este viernes con dos minutos de silencio la muerte de 50 personas en el ataque contra dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, en la Isla Sur, cometido hace una semana por un supremacista y considerado el peor atentado de su historia moderna.
"El viernes en la mezquita vi el odio y la rabia en los ojos del terrorista que mató a 50 personas, hirió a 48 y rompió el corazón de miles en todo el mundo", dijo el imán Gamal Fouda, de la mezquita de Al Noor, escenario de la masacre y donde murieron 42 personas.
"Hoy, desde el mismo lugar veo el amor y la compasión en los ojos de miles de compañeros neozelandeses y seres humanos en todo el mundo", agregó el imán en la retransmisión por la radio y televisión pública de la llamada a la oración musulmana y tras los dos minutos de silencio en todo el país.
La Primera Ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, acudió para honrar la memoria de los fallecidos al parque Hagley, frente a la mezquita Al Noor, donde también se encontraban miles de musulmanes y ciudadanos de a pie, bajo el fuerte resguardo policial.
Poco antes del tributo, Ardern, vestida de negro y con un velo islámico, saludó en árabe y expresó, en alusión a las creencias musulmanas, que "cuando una parte de ese cuerpo sufre, todo el cuerpo siente el dolor (...) Nueva Zelanda está de luto con ustedes. Somos uno", subrayó la Mandataria.
Muchos de los musulmanes acudieron al lugar en su ropa diaria, otros con las tradicionales túnicas y la gorra musulmana, los varones estaban en la alfombra para las oraciones, las mujeres en un área separada con sus hijos pequeños y detrás de los fieles, el público en general, según las imágenes televisadas.
"Esta reunión aquí con todos los colores de la diversidad es un testamento de nuestra humanidad unida. El amor nos redimirá", dijo el imán en un discurso en inglés en el que agradeció al pueblo de Nueva Zelanda por "sus lágrimas, por sus haka (danza ceremonial maori), por sus flores, por su amor y su compasión".
"Nos han roto el corazón, pero no nos han quebrado. Estamos vivos, estamos unidos y determinados a que nadie nos divida", agregó el imán, quien pidió a los gobiernos del mundo "poner fin al discurso de odio y la política del miedo".
La Policía neozelandesa identificó la víspera a todas las víctimas, mientras que las familias entierran desde el miércoles a sus muertos, en medio del fuerte apoyo de la comunidad neozelandesa que se une tras el lema "Somos uno, ellos somos nosotros", que acuñó Ardern tras la tragedia.