SANTIAGO.- Optimista está el candidato presidencial boliviano, Óscar Ortiz. De paso por Santiago, hasta donde llegó para participar en el Foro por la Democracia organizado por Chile Vamos, el actual senador por el departamento de Santa Cruz destaca que en poco tiempo ya alcanzó el tercer lugar de la competencia y va por más.
"Estamos cerca del 10%", comenta a Emol antes de entrar a uno de los conversatorios realizados ayer en la sede del Congreso Nacional, en una carrera en la que el actual Presidente Evo Morales y su antecesor, Carlos Mesa, permanecen empatados y con bajas posibilidades de aumentar el 30% de las preferencias que ostentan actualmente.
Por ello, este político del opositor partido
Unidad Democrática, que fue presidente del Senado boliviano y dirigente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz, una de las más poderosa del país, asegura que su candidatura solo puede crecer, ya que tiene bajo porcentaje de conocimiento y a su juicio solo puede crecer en las encuestas.
En ese contexto, Ortiz hizo una pausa en sus actividades en el evento organizado por la centroderecha chilena, para comentar sobre cómo ve este esfuerzo por unir al sector a nivel regional, la visión que tiene sobre el proceso electoral boliviano que se decantará en octubre próximo y la postura que tiene hacia nuestro país.
—¿Qué conclusiones se llevará para Bolivia de este Foro de Santiago?
—"Ha sido un espacio muy interesante y valioso de articulación, que ya es una forma de avanzar en la integración de todos quienes compartimos valores similares, especialmente en el campo de la democracia. Tenemos que trabajar para no sólo para tener la razón, sino que para conquistar el apoyo, que es la base de la democracia".
"Lo que he propuesto es que muchas veces no nos damos cuenta que estos gobiernos autoritarios, que hoy están desprestigiados por los abusos y la corrupción en la que han caído, comenzaron creando mucha ilusión en la población con un discurso que responde al populismo, pero que fue muy efectivo".
"Y de parte de quienes defendemos la democracia, las economías libres como camino hacia el desarrollo, quizás podamos tener razón, pero no tenemos la capacidad de enamorar con nuestras ideas. Quizás no hemos tenido la posibilidad de dar esa sensación de cercanía y preocupación auténtica con los problemas y el futuro de la gente".
—Usted está en plena campaña presidencial. ¿Ve opciones de derrotar a Evo Morales?
—"Desde el momento en que ya hay más del 50%, algunos calculan 55% y otros 60% de los bolivianos que definitivamente han decidió votar en contra de Evo Morales, hay una posibilidad. Obviamente va a depender de que haya una opción que logre aglutinar un voto que represente esa hambre de cambio que se siente en la sociedad boliviana".
"Yo estoy trabajando para poder representar a todos quienes quieren un cambio de verdad en relación al camino por el cual nos está llevando Evo Morales y su partido, el MAS".
— ¿El respaldo que Morales le ha dado a Nicolás Maduro influirá en la campaña?
—"Definitivamente es un tema que causa mucho rechazo en la población boliviana, incluso entre quienes algunas veces han votado por él, pero que no están de acuerdo en que no haya respetado el referéndum de la reforma a la Constitución para habilitarlo a otra elección".
"Viendo el atropello a los derechos humanos que hay en Venezuela, la crisis humanitaria que han causado y el establecimiento de una dictadura abierta es algo que el pueblo boliviano rechaza contundentemente y que es difícil de entender por qué Morales lo sigue apoyando, cuando incluso a él mismo lo perjudica".
—Cómo candidato, ¿qué planes tiene hacia Chile después de la política confrontacional que llevó a cabo Evo Morales?
— "El fallo de La Haya marcó el fin de un ciclo, de una forma de encarar este diferendo mediante el conflicto permanente. Los bolivianos tenemos un debate interno pendiente, que es cómo vamos a reencauzar y redefinir a futuro las acciones sobre nuestra reivindicación maritima, que está claro no vamos a renunciar a nuestro derecho al acceso al mar".
"Necesitamos poder acceder al mar, pero creo que en los próximos años hay que encontrar una nueva forma de encararlo y ojalá esa forma sea más productiva y también entre los liderazgos de ambos países tengamos la capacidad en el siglo XXI de superar este diferendo y encontrar una solución que nos permita superar ese enfrentamiento y distanciamiento".
"Hay que trabajar, es un conflicto que obviamente viene de generaciones anteriores y hasta hoy no ha habido la capacidad de encontrar las soluciones. Espero que se puedan encontrar en este ciclo".
—En ese sentido, ¿restablecer relaciones bilaterales es una opción para alcanzar esa solución?
—"En eso soy muy respetuoso, soy candidato y todavía no el presidente. No quisiera hacer ninguna declaración que afecte a la política exterior de Bolivia. Pero está claro que tenemos que tener un debate hacia el futuro en Bolivia sobre las mejores formas y estrategias para reencauzar nuestra reivindicación marítima y la política exterior de relacionamiento con Chile".
—Usted pidió cuentas al Gobierno boliviano por la derrota en La Haya. ¿Cree que ese tema pueda influir en las elecciones?
—"Es un tema del que el pueblo boliviano está tomando conciencia progresivamente, del grado de adversidad que ha significado el fallo contrario de La Haya. Es un debate que tenemos pendiente que al Presidente no quiere ni le conviene dar, como tampoco lo quiere dar el ex Presidente Mesa, que fue su vocero".
"Pero los bolivianos tenemos derecho a que se debata y es un tema interno que nosotros vamos a seguir exigiendo que se produzca porque está claro que para definir nuestra estrategia hacia adelante tenemos que conocer a profundidad todo lo que pasó en La Haya y las consecuencias del fallo".