En el punto más alto de su popularidad y con amplio apoyo internacional, el opositor Juan Guaidó cumple este sábado dos meses desde que fue proclamado "Presidente encargado" de Venezuela, pero esto no ha sido suficiente para quebrar la lealtad de los militares a Nicolás Maduro.
Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora, llega a este punto empeñado en una movilización nacional hacia el palacio presidencial de Miraflores, en fecha por definir, para tomar su control.
De cara a ese nuevo peak de la crisis, que bautizó como "operación libertad", recorre el país, y este sábado lidera una nueva concentración en Barcelona (noreste).
"Seguimos en las calles con el pueblo, organizando la #OperaciónLibertad (...). Vamos a mantenernos firmemente en esta lucha", escribió en Twitter Guaidó al difundir un video en el que aparece saludando a los manifestantes.
Seguidores de Maduro también comenzaron este sábado una concentración en el centro de Caracas.
Venezuela atraviesa un período de vértigo, en el que Guaidó logró el reconocimiento de más de 50 países encabezados por Estados Unidos, además de reactivar la protesta y cohesionar a la dividida dirigencia opositora.
A inicios de marzo tenía una aprobación de 61%, frente a 14% de Maduro, según la encuestadora Datanálisis.Multitudinarias movilizaciones atestiguan ese respaldo, en medio de un agravamiento de la crisis económica, con escasez de bienes básicos y una hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para 2019.
"Un escenario como el actual (...) era inimaginable en 2018", dijo a AFP el internacionalista Mariano de Alba, sobre lo cerca que algunos perciben un cambio de gobierno.
Guaidó, ingeniero industrial de 35 años, se juramentó ante una multitud luego de que el Legislativo declarara a Maduro "usurpador", alegando que su segundo mandato -iniciado el 10 de enero- fue resultado de elecciones fraudulentas.