El sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah.
EFE
El sultanato de Brunei condenará a partir de la próxima semana con la pena de muerte por lapidación el adulterio y las relaciones entre personas del mismo sexo, según informaron las autoridades locales.
Los grupos de defensa de los derechos humanos reaccionaron con espanto a este último paso en el endurecimiento de la ley de esta nación rica en recursos, que practica un islam más estricto que sus vecinos Malasia e Indonesia.
El pequeño sultanato implementará el nuevo y severo Código Penal, que también establece la amputación de una mano y un pie por robo, a partir del próximo miércoles.
La homosexualidad ya es ilegal en Brunei y se castiga con penas de hasta 10 años de cárcel, sin embargo, ahora se convertirá en un delito capital. La ley solo se aplica a los musulmanes.
En tanto, la nueva sanción por robo es la amputación de la mano derecha por una primera infracción y el pie izquierdo por una segunda infracción.
Severas críticas
El miércoles, Amnistía Internacional instó a Brunei a que "detenga de inmediato" la aplicación de estas penas nuevas.
"Legalizar semejantes penas crueles e inhumanas es algo atroz", dijo en un comunicado Rachel Chhoa-Howard, responsable de este país en la organización de derechos humanos
"Algunas de las posibles" ofensas "ni siquiera deberían considerarse crímenes, incluido el sexo consensual entre adultos del mismo género", añadió.
Un aviso en las salas del Fiscal General de Brunei con fecha del 29 de diciembre de 2018 decía que las disposiciones entrarían en vigor el 3 de abril.
El sultanato anunció las medidas por primera vez en 2013, pero la aplicación se retrasó para que los funcionarios resolvieran los detalles y por la oposición de organizaciones de derechos.
Ya en 2015 Brunei prohibió las celebraciones excesivas de Navidad por temor a que los musulmanes se desviaran.